Estamos ya inmersos en los octavos de final de la 20ª Copa del Mundo de Fútbol y los dos primeros partidos disputados ayer han deparado bastantes cosas a tener en cuenta. Por un lado, la depauperada imagen del anfitrión, Brasil, que pasó a cuartos en la tanda de penaltis ante una selección chilena muy peleona y que merecía mejor suerte, no en vano estrellaron un balón en el larguero en el minuto 120. Por otro lado, en el siguiente partido, la brillantez de una Colombia impresionante que dominó de cabo a rabo su encuentro contra Uruguay y en el que se podría decir aquello de ha nacido una estrella tras la fulgurante actuación de su número 10, James Rodríguez, con golazo del mundial incluido.
"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora... de morir."
domingo, 29 de junio de 2014
domingo, 22 de junio de 2014
Felipe VI

viernes, 20 de junio de 2014
El rey ha muerto...¡Viva el rey!


martes, 17 de junio de 2014
Mundial de Brasil 2014. Una serie de catastróficas desdichas.

martes, 3 de junio de 2014
Juan Carlos abdica
La abdicación del Jefe de Estado de España, Don Juan Carlos I, ha pillado a contrapié y por sorpresa a toda la sociedad española. Nadie esperaba este hecho por mucho que se lo hubieran pedido en los últimos tiempos porque en este país no dimite ni Dios y porque en este país se tenía el convencimiento pleno, no sólo los monárquicos, de que el rey muere, no abdica. Su abdicación hay que considerarlo un gesto muy simbólico del espectacular cambio que está dando toda la sociedad y un ejemplo para toda la clase política que muchos deberían aplicarse. Estamos ante un acontecimiento histórico en la Historia de España, la noticia del año y probablemente de lo que de llevamos de siglo en este país. Cuando el año pasado la reina holandesa Beatriz abdicó en favor de su hijo en aras de un cambio, de una renovación y nuevos aires en la forma de ver y entender una institución como la monarquía, muchos dijimos aquéllo de cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar. Tal vez entonces el monarca español estaba barajando la idea de dar el relevo tras el desgaste producido en la institución de la Corona con los escándalos financieros de Urdangarín o los de la caza de elefantes en Bostwana por parte del rey. El descrédito de la institución era más que palpable y el rey era consciente de ello. Por eso le honra dimitir para dejar paso a nuevas ideas, nuevas personas, nuevas formas de entender la convivencia. Eso es lo que debería producirse en muchos políticos y gobernantes que están sentados en un coche oficial desde hace más de 30 años y no se levantan ni con agua caliente. ¿Y ahora qué?
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