
Creo que la gente está harta de ver siempre a los mismos tipos, como Inda o Marhuenda, en todas las tertulias desde el amanecer hasta la madrugada descubriendo que no hay nada nuevo bajo el sol porque no aportan nada, solo tedio e incultura. ¿Realmente esta gente es creadora de opinión o enterradora de opinión? Lo mucho cansa y cansinean hasta la saciedad.
Me sorprende la capacidad que tienen algunos de hablar sin ruborizarse de temas tan variados, qué sé yo, sobre la cría de elefantes en Kenia, el cultivo de la patata en Tailandia, la filmografía de John Ford o el último libro de John Le Carré. Bueno, los ejemplos que he puesto no son válidos, no son aplicables a España porque aquí no hay tertulias culturales, ni científicas, ni divulgativas de las artes. Aquí sólo se opina de política, fútbol y medicina, a voces e interrumpiendo al de enfrente. Coincido con Amón en que se ha profanado el nombre de Tertuliano, insigne padre de la Iglesia. Hace años, en una tertulia radiofónica, a un tertuliano se le ocurrió decir que no opinaba de un tema en concreto porque no tenía ni idea. En ese momento, el locutor que dirigía el programa, Iñaki Gabilondo, paró la tertulia exclamando: ¡Atención, un tertuliano confiesa que no tiene ni idea de un tema!
No hay comentarios:
Publicar un comentario