Siempre digo que se está muriendo gente que antes no se moría. Conviene recordar siempre a los que se han ido y durante este año 2017 han sido muchos personajes los que, cada uno en su ámbito, han dejado un recuerdo especial de su paso por este valle de lágrimas. Creo que era Jardiel Poncela el que decía que los muertos, por muy mal que lo hayan hecho, siempre salen a hombros. Y en este país tan hipócrita dicha sentencia se cumple. Tendemos a enterrar muy bien a los muertos cuando en vida decíamos barbaridades de tal y de cual. Mi homenaje es sentido y sincero. Voy a hacer un pequeño recorrido de las personalidades más ilustres que nos han dejado en este 2017 para honrar su recuerdo y su memoria.
Empiezo por el cine, cómo no. Hollywood ha añadido al firmamento de estrellas el recuerdo de actores como Jerry Lewis, Martin Landau, Bill Paxton, Sam Shepard, Powers Boothe, John Heard o Don Rickles o actrices como Mary Tyler Moore. Han dicho adiós directores como Jonathan Demme (El silencio de los corderos, Philadelphia), John G. Avildsen (Rocky), George A. Romero (La noche de los muertos vivientes), Tobe Hooper (La matanza de Texas, Poltergeist) o William Peter Blatty, guionista de El exorcista.

Latinoamérica despide al cubano Tomás Milián y la presencia siempre imponente del gran Federico Luppi (Un lugar en el mundo, Martin Hache).

En el apartado de Deportes la lista es amplia. En ciclismo nos han dicho adiós viejas glorias como Roger Walkowiak o Vicente Iturat junto a una terrible e inesperada pérdida como la de Michele Scarponi, víctima de un atropello. A esta nómina se añade la muerte reciente de un joven australiano, Jason Lowndes.

En fútbol, nos dijeron adiós viejas glorias del balompié como el francés Raymond Kopa o Manuel Sanchís padre, el brasileño Waldir Peres, o los entrenadores Felipe Mesones y Juanjo Díaz.


En el mundo de la música, se nos ha ido gente como Chuck Berry, Malcolm Young, Fats Domino, John Coates o Johnny Hallyday.

También en este 2017 se han ido personajes indeseables y criminales que no debían haber existido nunca como Salvatore Riina, Charles Manson o Manuel Antonio Noriega. Aquí abro un subapartado de fascistas y vividores del cuento propio y sufrimiento ajeno en el que incluyo a patriotas como José Utrera Molina y Doña Carmencita Franco, la hija del dictador y La Collares que ha fallecido sin devolver al patrimonio nacional todo lo que heredó como botín de guerra, Pazo de Meirás y demás propiedades incluidas.
En fin, esto es lo que a mi juicio ha dado de sí el 2017, en cuanto a ausencias, despedidas, óbitos y demás eufemismos que utilizamos para abordar los fallecimientos.
Jeanne Moreau
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