
¿Por qué no podemos hacer aquí como en el Reino Unido? Allí, al día siguiente de celebrarse las elecciones, la reina encarga formar gobierno al ganador de las elecciones, y el elegido se hace inquilino ese mismo día del 10 de Downing Street. Los británicos no se andan con tonterías como aquí en España. En mayo de 2011, los conservadores británicos liderados por David Cameron ganaron las elecciones por mayoría relativa y al día siguiente el susodicho ya había formado gobierno de coalición con los liberales de Nick Clegg y evidentemente el hasta entonces premier británico, el escocés laborista Gordon Brown, ya había abandonado la residencia oficial. Así tenía que ser en España. Encargar gobierno de un día para otro y no marear tanto la perdiz y perder tanto tiempo.
El artículo 21 de la Ley 50/1997, ley del Gobierno, establece que el gobierno en funciones limitará su función al despacho ordinario de los asuntos públicos. ¿Qué entendemos por ordinario? ¿Puede aprobar, por ejemplo, la oferta de empleo público del presupuesto de 2016? Entiendo que sí, pero no sé hasta qué punto un gobierno en funciones puede tomar decisiones. No obstante, la ley le prohíbe presentar proyectos de Ley a las Cortes. La situación que se avecina además de diabólica, es cicata.

Visto lo visto, y sucedido lo sucedido, creo que Pedro Sánchez tendría que haber dimitido al día siguiente de celebradas las elecciones, por asumir la responsabilidad política de un pésimo resultado. Así hubiera callado muchas bocas de muchos hablaores que ahora se juntan y conspiran contra el secretario general. ¡Te paece a ti! ¿Adónde se creen que van Tomás Gómez o Carmona, que ladran su rencor por las esquinas criticando a Pedro Sánchez y alabando al AVE de Andalucía? Si tan seguros están de la militancia de Madrid, ¡coño! que se hubieran presentado a primarias en el Congreso que hubo del Partido Socialista de Madrid, y que dejen de dar por culo, porque son unos perdedores que han perdío en Madrid, sobre todo Carmona, y que Tomás Gómez pensase que iba a sacar mejor resultado que Gabilondo, tiene bemoles.
No tenemos remedio. Así bajan las aguas socialistas. Espero que sean coherentes y mantengan hasta el final la postura de no apoyar, por activa ni por pasiva, ningún gobierno del PP, por mucho que el correveidile rastrero de Rivera presione o lo hagan ex-ministros tipo Corcuera o Solchaga. Si lo hacen sería el final del PSOE. Y espero que no pacten con el narcisista de los pelos largos (¡qué hermoso está ir a la Moncloa con esos pelos. Unas buenas tijeras de podar, como diría José Mota), si exigen lo del referendum en Cataluña. Sería la perdición.
Días cruciales nos esperan en este 2016. Como dirían en Amanece que no es poco: "esto es un sindios".
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