Ha concluido la edición de 2021 de la Vuelta Ciclista a España con el tercer triunfo consecutivo en la clasificación general del esloveno Primoz Roglic, triunfo merecido e incontestable. El esloveno ha ganado cuatro etapas y ha dominado la carrera como ha querido, soltando el maillot rojo cuando ha querido y consiguiéndolo igualmente cuando quería. Le acompañan en el podio Enric Mas y Jack Haig. Egan Bernal ha batallado y ha dado espectáculo y ha muerto con las botas puestas. Al final ha hecho sexto. Roglic entra en el Olimpo de los que más triunfos han conseguido en la Vuelta junto con Rominger, Heras y Contador. En cuanto a la actuación española, un desierto. Es la primera vez en la historia que cerramos un año sin triunfos españoles en las tres grandes vueltas por etapas, y desde el año 1996 no había ningún triunfo de etapa en una edición, tal como ha sucedido este año, lo que da idea de la magnitud de la crisis, del socavón del ciclismo español. No tenemos a nadie.
Se ha visto un buen espectáculo.
Roglic no ha estado reservón, sino ambicioso y ha demostrado ser el mejor
claramente, sin matices. INEOS se ha ido de vacío, cosa rara. Partía con tres líderes pero
no ha conseguido nada. Ni siquiera un triunfo de etapa. El más peleón ha sido
Egan Bernal. El ataque a 60 kms de meta en la etapa de los Lagos de Covadonga
en compañía de Roglic pasará a la historia de la Vuelta como una de las etapas
más preciosas que se recuerdan. Fue una etapa de la vieja escuela, de las que
ya no se ven.
A destacar varios nombres. Fabio
Jakobsen quien ha ganado la clasificación por puntos, merced al triunfo en tres
etapas y a que este año han puntuado más las etapas llanas que las montañosas,
para evitar que el jersey verde fuera a parar al ganador de la general como
venía sucediendo en las pasadas ediciones. El holandés ha sido el más hábil en
los sprints.
Magnus Cort Nielsen ha sido el
ciclista más ratonero de la Vuelta. Ha ganado tres etapas y se ha metido en
multitud de fugas. Tras el temprano abandono de Hugh Carthy, el danés ha dado
protagonismo al equipo EF, logrando un botín nunca esperado y tremendamente
reluciente. Cort Nielsen junto al australiano Michael Storer, ganador de dos
etapas y de la clasificación de la montaña, han dado un brillo especial a las
etapas de esta edición. Han sido combativos al máximo ofreciendo espectáculo en
cada escapada. Las etapas se han repartido principalmente entre cuatro o cinco
equipos: Deceuninck ha logrado cuatro, Jumbo otras cuatro (todas de Roglic),
DSM tres, EF tres y Movistar una con el triunfo de Superman López en
Gamoniteiru.
Hablando de López. Lo que hizo el
sábado bajándose de la bicicleta al quedarse cortado y no poder alcanzar el
grupo de los favoritos, no tiene nombre. Iba tercero en la general y se quedó
cortado en un ataque de Adam Yates al que respondieron Roglic, Mas y Haig. No
pudo enlazar y tal fue su frustración que terminó por parar y abandonar la
carrera. Esto es inaudito. Este comportamiento es inaceptable. Es una falta de
respeto a los compañeros, al equipo y a la firma que patrocina. Deben tomar
medidas para que esto no ocurra. No sé si la renovación que le han hecho de dos
años puede continuar. Es muy grave lo sucedido.
Y respecto a la actuación
española, pues qué podemos decir. Enric Mas ha estado ahí desde el principio
pero sin hacer daño a Roglic, tratando de aguantar ahí, pero me da la sensación
que tenía asumida desde un principio su inferioridad con el esloveno y se ha
conformado con estar ahí y atacar un poquillo cuando tenía fuerzas pero no
mucho no vaya a ser que se quedara, tal como ocurrió en varias ocasiones.
Atravesamos una travesía por el
desierto. Ya lo he dicho varias veces. No sé lo que va a durar. Pero, lo cierto
es que no tenemos a nadie que gane. En honor a la verdad hay que decir que se
ven brotes verdes en las personas de Juan Ayuso, ganador del Giro sub-21 y de
Carlos Rodríguez, segundo en el Tour del Porvenir, pero ambos están a la sombra
en sus equipos de dos líderes como Pogacar y Bernal respectivamente.
Un desierto, un páramo, ese es
nuestro desolador paisaje en el mundo ciclista internacional. No se vislumbra luz al final del túnel. Oscuridad absoluta. Vagamos por las tinieblas más tenebrosas. Una pena.
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