
Visto lo visto no me atrevo a lanzar ningún pronóstico sobre el campeón. En los cuartos selecciones como Colombia o Bélgica se han acobardado de forma increíble y no han sabido desarrollar su juego. Brasil y Argentina son viejos zorros, se las saben todas, saben competir cuando llegan estas eliminatorias. Tienen un fondo de comercio muy exacerbado fruto de su amplia experiencia en magnos eventos y hacen valer su zorrería frente a novatos que pagan la quintá. A Colombia le faltaron 5 minutos para poder dar la campanada. Se recuperó en el segundo tiempo del noqueo continuo que le sometió Brasil en la primera parte. La estrategia de Brasil consiste en ir a tope los veinte primeros minutos para machacar al rival. Ellos tienen que meter primero y a partir de ahí, nadar y guardar la ropa. Es una pena que una selección con la historia de Brasil se haya convertido en este antifútbol. Pero ojo, esto también vale para ganar que no olvidemos es el objetivo último de esto que se llama fútbol. Sin Neymar y sin Thiago Silva, la proeza se antoja milagrosa en semifinales contra Alemania. Se puede aparecer la virgen dos veces pero tres....
A Alemania le falta explotar esa contundencia que tiene pero Alemania siempre es Alemania. Ante Francia les faltó rematar la faena y de ello se aprovechó Francia que le tuteó en algunas partes del partido y si no es por Manuel Neuer en el 90 sacando un brazo genial a Benzema, la cosa se habría complicado bastante. Es la selección más seria de las cuatro semifinalistas. Löw debe dejarse de experimentos de Lahm en medio centro y ponerle como lateral. Ahí el capitán alemán rinde al máximo. Y el medio campo debe dinamitar con toda la calidad que posee: Özil, Khedira, Schweinsteiger, Kroos, Götze.
Argentina tiene la suerte de los campeones. Metió su gol, Higuaín a los 7 minutos y se dedicó a controlar, conservar y manejar a una Bélgica muy desdibujada. Messi no resultó decisivo en esta ocasión aunque tuvo un mano a mano con Courtois al final en el que pudo sentenciar. Argentina puso el oficio en este tipo de eliminatorias y Bélgica puso la bisoñez y la inocencia. A los diablos rojos les falta un hervor para convertirse en diablos. Materia prima tienen y el futuro es bastante alentador. La experiencia es un grado.

Y esto es todo por ahora. Para terminar me da la sensación que huelo a ese vieja máxima clásica de Gary Lineker, de los años ochenta, que afirmaba que "el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania". Aunque reconozco que mi olfato me falla mucho por lo que todo puede pasar. Ya sólo quedan cuatro y sólo puede quedar uno.
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