Hoy día 2 de febrero, festividad de la Candelaria, tras los caucus de Iowa donde ha sido derrotado el impresentable de Trump y ante la previsible encrucijada que se le presenta a Pedro Sánchez en la tierra patria, anunciamos que es el día de la marmota. Si aquí en España tuviéramos una marmota que predijera el tiempo futuro, evidentemente ésta confirmaría la primavera adelantada. Recordamos en qué consiste esta tradición americana.
El Día de la Marmota es un método folclórico usado por los granjeros, especialmente de Estados Unidos y Canadá, para predecir el fin del invierno, basados en el comportamiento del animal cuando sale de hibernar el 2 de febrero.
Según la creencia, si la marmota al salir de su madriguera no ve su sombra, por ser un día nublado, dejará la madriguera, lo cual significa que el invierno terminará pronto. Si por el contrario, por ser un día soleado, la marmota «ve su sombra» y se mete de nuevo en su madriguera, significa que el invierno durará seis semanas más.
El día de la marmota señala (aproximadamente) la mitad del periodo entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera (de forma similar a la fiesta de Halloween, que señala la mitad del periodo entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno).
La marmota más reconocida y famosa es Phil de Punxsutawney, en el Estado de Pensilvania, con una tradición de más de un siglo (concretamente desde 1887), en la que cada 2 de febrero se intenta predecir la duración del invierno por su comportamiento. Esta marmota fue inmortalizada por la película del mismo nombre, Groundhog Day de 1993 y dirigida por Harold Ramis y protagonizada por Bill Murray, que en España se tituló Atrapado en el tiempo.
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