Desde Rusia con amor

En los últimos días se suceden en este país noticia tras noticia con inusitada trascendencia. El Mundial de Rusia comenzó este pasado jueves no sin antes llevarnos la sorpresa del día anterior de la destitución fulminante del seleccionador español Julen Lopetegui tras saltar la noticia de su fichaje por el Real Madrid. Decisión polémica pero a mi entender creo que acertada por traicionar la confianza de la federación y hacer pública una noticia que bien podía haber esperado a trascender después del Mundial. Si esto lo hubiera hecho el Barça, los mismos que hoy critican a la federación y defienden al impresentable Florentino Pérez por su actuación, estarían echando pestes y con razón sobre el club blaugrana por joder el ascua a dos días de iniciarse un mundial de fútbol.

No hay mal que por bien no venga y no creo que la marcha del entrenador sea motivo suficiente para desestabilizar el equipo. Ayer ante Portugal, España fue superior la mayor parte del partido y controló el juego bien. Fueron jugadas aisladas (un penalti, una falta al borde del área) o un error mayúsculo de De Gea, lo que metió a Portugal en el partido y salir vivo del enfrentamiento gracias a Cristiano Ronaldo, que nunca mete goles de falta y ayer le salió la falta de su vida. España supo reaccionar a marcadores adversos, remontó y debería haber ganado y mantenido la ventaja con claridad. Aún así las sensaciones son buenas. El grupo es sólido, está bien anclado y parece ser que el 9 mete goles y disipa dudas, en referencia a Diego Costa. Buen debut con un 3-3 a pesar de los pesares previos.

Creo que hay que dar margen de confianza a Fernando Hierro, un hombre que conoce bien el grupo, la estructura, la federación y si lo hace bien debería seguir al frente. Al final el remedio podría ser la solución definitiva a esta florentinitis aguda que padecemos. 

Iremos viendo y analizando las sorpresas que depare este Mundial, porque sorpresas estoy convencido que va a haber y algún ilustre caerá a las primeras de cambio.