Me quedo atónito al leer en EL PAIS SEMANAL del 23 de abril el reportaje de Quino Petit sobre la influencia de la ciencia en los logros deportivos cuando leo que hay 3 atletas africanos (alguno de relumbrón) que se han prestado junto con unos científicos y una multinacional de zapatillas deportivas a desarrollar un experimento que consiste en correr el maratón (42.195 m) por debajo de las 2 horas. Por lo visto, lo van a hacer en el circuito de Monza y con unas zapatillas que al parecer vuelan. Y encima pretenden que la IAAF les homologue la marca en caso de batir el récord del mundo. Me parece una auténtica barbaridad.
Esta gente no entiende el concepto de deporte. Las marcas deportivas no se baten fabricando al hombre perfecto, no se baten de forma artificial como pretenden estos pseudocientíficos. Las marcas se baten con lluvia, frío, viento, calor asfixiante o calma total, compitiendo limpiamente contra otros atletas y no encerrados en una caja de cristal. ¿Qué será lo próximo? ¿Unas zapatillas que vuelen por encima de los 9 m en salto de longitud o que corran por debajo de 9 segundos los cien metros? Me parece un auténtico disparate.
¿Esto no es dopaje técnico o tecnológico? ¿Hasta dónde tiene que llegar la tecnología en el deporte? Crear las condiciones técnicas, ambientales o tecnológicas para superar una marca me parece la fabricación del hombre perfecto y estamos llegando a unos niveles de manipulación considerables, con lo cual el deporte propiamente dicho se desvirtúa y pasa a ser una especie de darwinismo tecnológico: solo triunfarán los más adaptados a la ciencia. Es un debate interesante entre ética y deporte y el dopaje y las nuevas tecnologías.
Si se bate el récord de la maratón ha de batirse en una carrera libre y competitiva, ya sea Berlín, Londres, Amsterdam, y nunca en un circuito prefabricado.
Diego, es marketing puro y duro. No creo haya ninguna mente cuerda que crea en dicho reto, pero si de en los rios de tinta a respecto y la marca de Oregón frotandose las manos. UN SALUDO
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo Joaquín. Pero es que asusta que haya atletas como el campeón olímpico que se presten a este experimento y que traten de homologar y dar validez a esa marca prefabricada. Un saludo.
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