

En la segunda parte llegó la reacción del Fenerbahce turco del nunca bien ponderado y valorado animal baloncestístico que es Zeljko Obradovic, que llegaron a reducir la ventaja hasta el punto de tener opciones de ponerse por delante incluso antes del tiempo suplementario de la prórroga. Al final se llegó a ésta y el equipo ruso se impuso definitivamente al correoso Fenerbahce.
El CSKA es una especie de Naciones Unidas. Liderados por un excepcional base francés, Nando de Colo, y por otro no menos excepcional base serbio, Milos Teodosic, conforman un equipo inexpugnable en defensa y tremendamente efectivo en ataque. A ellos sumamos los americanos Hines o Higgins y los rusos Vorontsevich, Kurbanov y Khryapa y el espectáculo está servido. En la dirección está el griego Dimitrios Itoudis, que fuera discípulo de Obradovic en el Panathinaikos turco durante varias temporadas. Se puede decir que el alumno le ha ganado la partida al maestro.
Si el CSKA es variopinto, el Fenerbahce es más variopinto, con solo un jugador autóctono en su roster. Está plagado de todo tipo de nacionalidades: el checo Vesely, los serbios Bogdanovic o Kalinic, el griego Sloukas, el macedonio Pero Antic, el italiano Datome o los americanos Dixon, Hickman o Udoh. Toda una panoplia de buenos baloncestistas dirigidos por la sabia mano de Zeljko Obradovic, el entrenador más laureado en estas lides, capaz de haber disputado 14 Final Four, de las cuales ha disputado 10 finales, y de las cuales ha ganado 8. ¡Casi nada al aparato!
Lamentablemente la representación española en esta Final Four, el Laboral Kutxa Baskonia ha quedado cuarto. A pesar de haber un equipo español en esta Final Four de Berlín, solo hubo dos jugadores españoles en el torneo, uno del Laboral (Alberto Corbacho) y otro del Lokomotiv Kuban Krasnodar (Victor Claver).
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