Roy Batty

Roy Batty
Roy Batty

Deporte

Al igual que en el cine, soy un fanático del deporte. Lo vivo, lo he practicado y practico aunque sea poco. Desde niño me coloqué debajo de tres palos tratando de emular a un nº 1 de mi época. Sí, lo reconozco. Soy realista, entendido siempre este concepto en doble sentido, desde que a finales de los setenta y principios de los ochenta del pasado siglo, me engatusé viendo jugar a un equipo con jugadores de la cantera. Y encabezando ese equipo, un arquero, como dicen los argentinos, un guardameta, un cancerbero, un portero, en definitiva, de la talla de Luis Arconada Echarri.

Ese fue el principio. Pero es que, no sólo de fútbol me embriagué, con nueve años viendo el Mundial 82. Sino que uno mamaba por televisión todo lo que la caja tonta ofrecía en materia deportiva: atletismo, baloncesto, ciclismo, tenis, etc. Al igual que todos los chavales de la época, todos soñábamos con emular las gestas deportivas de esos ídolos de infancia.

Tenía una obsesión por empaparme de alineaciones, equipos, entrenadores y toda noticia o evento relacionado con el mundo del deporte. Y ha continuado, en menor medida, hasta la actualidad.

Quisiera expresar mi opinión de lo que está pasando en el mundo del deporte, mi visión del acontecimiento desde la sinceridad y sin fanatismos de colores. Es difícil.