No sé qué está pasando en este 2013 para que cada semana nos dejen un par o tres de ilustres personajes que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas. En esta ocasión quiero referirme a las personalidades de Constantino Romero y de Alfredo Landa, manchego uno, navarro, el otro. De la pérdida del manchego acabo de enterarme al abrir hoy internet. La verdad, es que se va una voz, o la voz de la televisión y del cine. Y sigo insistiendo en lo mío: se está muriendo gente que antes no se moría.