Ya está aquí la 110ª edición del Tour de Francia, la Grand Boucle. Este año comienza en el País Vasco, en Bilbao, donde se celebrarán las tres primeras etapas. Después la carrera entra en Francia por los Pirineos, los cuales llegan muy pronto en las etapas 5 y 6 donde suben colosos como Soudet, Marie Blanque, Aspin, Tourmalet y Cauterets. Después se van al macizo central donde suben el Puy de Dome. Todo esto en la primera semana de carrera. Después se van a los Alpes donde en la segunda semana encadenan tres etapas montañosas, la 13ª, 14ª y 15ª donde suben colosos de la talla de Grand Colombier, Joux Plane, Saint Gervais Montblanc. Y en la tercera semana está la única contrarreloj de esta edición con sólo 22 kms y subidas al Col de la Loze, la cima más alta de esta edición con 2304 metros y el Platzerwasel en la penúltima etapa. Este año la edición es más montañosa que otros años. Habrá también oportunidad para los sprinters en 6 o 7 etapas así como también para fugas en grupo o en solitario, etapas ratoneras como yo digo.
A priori, es evidente que el duelo es Pogacar contra todos. Vingegaard defiende título y en principio está un escalón sólo por debajo de Pogacar. El tercer cajón del podio estará bastante disputado: Jai Hindley, Romain Bardet, Ben O’Connor, Michael Woods, Daniel Felipe Martínez, Mikel Landa, Enric Mas, Richard Carapaz, … Viene una nómina importante de velocistas con Jakobsen, Ewan, Groenewegen, Philipsen, Bauhaus o Cavendish, quién viene a ganar la etapa que le falta para superar a Merckx en el año de su retirada del ciclismo profesional. Acuden ratoneros consumados como Van Aert, Van der Poel, Pidcock, Alaphilippe en busca de su etapa de gloria. Y apunto dos tapados que pueden ser los ciclistas revelación: Mattias Skjelmose y Felix Gall. Analicemos las escuadras una a una.