Ponferrada

Visto el revuelo de los últimos días con lo ocurrido en Ponferrada, donde una moción de censura ha aupado a la alcaldía a un señor que pertenecía al PSOE con el apoyo de un grupo independiente liderado por un condenado por acoso, quisiera realizar algunas reflexiones al respecto.

En primer lugar, para que no quede ninguna duda, y como militante de base socialista que soy, rechazo absolutamente la toma de poder orquestada desde el PSOE federal, por mucho que lo nieguen, del Ayuntamiento de Ponferrada con el apoyo del grupo de cinco concejales de Ismael Álvarez, señor condenado por acoso en el famoso caso Nevenka.

En política no vale todo para conseguir el poder. Aquí lo que ha habido ha sido un ansia viva de coger el cetro municipal y así lo ha demostrado este señor que ha accedido a la alcaldía, que ha preferido elegir el mando al partido. Si el PSOE obtuvo 8 concejales en 2011, mientras el PP obtuvo 12 y el partido ése que llaman independiente de Ismael Álvarez obtuvo 5 ediles, no sé qué coño hacemos pactando con las derechas. Porque este señor, aunque se vista de independiente, es de derechas, formó parte del PP y ha sostenido al gobierno del PP en minoría hasta ahora. No me vale que este señor dimita porque va a seguir manejando los hilos del gobierno local. Él es el que parte el bacalao. Lo hacía antes con el PP y lo hará ahora con los ex-socialistas. Es que no se dan cuenta que pintamos menos que un mojón en una localidad en la que 17 de 25 concejales son de derechas. ¿Qué pretenden conseguir con la alcaldía? Que el PSOE no saque ni 1000 votos en cualquier elección. Eso es lo que van a conseguir.

La actitud de la ejecutiva federal del PSOE en este asunto ha sido vergonzante y bochornosa. Debería dimitir la ejecutiva en pleno, empezando por su secretario general, quién conocía perfectamente lo que iba a ocurrir con bastante antelación. No vale eso de que no sabía nada de lo que iba a pasar. Es mentira. Y si no lo sabía, más delito tiene por ignorancia y por dejar que el secretario de organización ejerciera los tejemanejes que han dado lugar a este vergonzante acto. Ni que decir tiene que me parece más vergonzoso aún, que el señor Óscar López, secretario de organización de la federal, no haya dimitido aún. Está tardando. No vale eso de poner el cargo a disposición de la permanente federal. ¿Qué pitorreo es ése? ¿Con qué cara quieren pedir dimisiones de personajes de la derecha si ante semejante metedura de pata no son capaces de dimitir? En este país no dimite ni Dios.

Ahora bien, dicho esto, también digo otra cosa. Es del todo punto inaceptable por cínico e hipócrita que quiénes albergaron en su día al acosador, el PP, y lo defendieron sin ambages, anden ahora pidiendo responsabilidades al PSOE por lo ocurrido en Ponferrada. Pero si hasta el viernes pasado estuvieron gobernando con el apoyo del señor acosador. ¿Por qué no han criticado los medios afines a la derecha, o los de izquierdas también, el apoyo que el señor acosador prestó desde 2011 al PP para gobernar Ponferrada? Pues muy sencillo, porque tanto los unos como los otros, ven ese apoyo como algo normal, algo natural, la tendencia natural como diría Aristóteles. Y no pasa absolutamente nada. Y sin embargo, se le ocurre al PSOE esa genialidad de pactar con ese grupo, y se arma un revuelo del copón. Aquí lo que hay es hipocresía a raudales.

Que no me vengan los del PP y sus medios lametraserillos exigiendo responsabilidades al PSOE sobre este acto, cuando hasta ayer prácticamente, han estado conviviendo en armonía con este sujeto y cuando en su momento callaron como putas cuando fue condenado el otrora alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez, por el acoso a una concejala de su partido, el PP. Es más, le respaldaron, tal como hizo la señora Botella. Y sólo dimitió cuando salió la sentencia porque el partido no le expulsó ni le condenó su actitud. Por eso digo que tiene gracia que estos señores del PP y sus medios afines vengan ahora dando lecciones de responsabilidad y de ética. Creo que han visto, como buitres y aves carroñeras que son, un cadáver del PSOE allá a lo lejos y allí han ido a lanzarse sin remilgos ni remordimientos. Han acudido al olor de la carroña con todas las armas, para ver si se quitaban un rato, la mierda que les agobia con todo lo del caso Bárcenas, que ya no saben por dónde escaparse.

Esto de Ponferrada ha supuesto una cortina de humo del PP, para tapar Bárcenas por algún tiempo y enmerdar la actualidad política, tratando de extender la susodicha a todo el mundo y si es al PSOE más. 

Y encima es que el PSOE entra al trapo como un pardillo y se las dan en toda la boca. ¡Cómo no espabile el PSOE con todos estos guantazos que se está llevando, las lleva claras! ¡Cómo no empiece a renovarse ya con caras nuevas... me temo que estamos asistiendo a su defunción! Una vergüenza.