Roy Batty

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domingo, 16 de abril de 2017

El tríptico de las Ardenas

Hoy comienza, con la disputa de la Amstel Gold Race, las clásicas de las Ardenas, un tríptico de fantásticas clásicas que se corren en esa afamada región franco-belga-luxemburguesa por la II Guerra Mundial, que continúa con la disputa de la Flecha Valona y su temible muro de Huy el miércoles y la Lieja-Bastogne-Lieja, el cuarto monumento del ciclismo del año, el próximo domingo. Se van a ver las caras los dos mejores ciclistas del momento: el belga Greg Van Avermaet y el español Alejandro Valverde. Nunca un español ha ganado la clásica cervecera. Ya va siendo hora. Va a ser un tríptico muy competitivo. Como se suele decir, hay muchos "pájaros al chochuelo". Aparte de los mencionados, están Philippe Gilbert, Dan Martin, Michal Kwiatkowski, Sonny Colbrelli o el australiano Michael Matthews que bien podría dar hoy la sorpresa. Veremos.

Como he dicho antes, la Amstel no la ganado nunca un ciclista español. Valverde ha sido segundo en dos ocasiones y Purito en una. No ocurre lo mismo con las otras dos clásicas. En la Flecha Valona, Alejandro Valverde es el ciclista que más veces la ha ganado (por delante incluso del mismísimo Merckx) con cuatro (2006, 14, 15 y 16) y en los últimos cinco años solo la han ganado españoles: los tres últimos Valverde, 2013 Dani Moreno y 2012 Joaquim Purito Rodríguez. Parece una clásica hecha a nuestra medida, sobre todo últimamente.

Y otro tanto ocurre en los últimos tiempos con la Lieja-Bastogne-Lieja, el monumento del ciclismo más laureado de nuestro ciclismo con tres triunfos de Alejandro Valverde. Cuando este hombre se retire, el vacío existente va a ser monumental.

Nuestro ciclismo no puede presumir de triunfos en una especialidad como la clásica y menos en territorios hostiles históricamente para nosotros y donde se respira y se huele ciclismo de pavés y adoquín como Bélgica, Holanda o norte de Francia. Tan solo en los últimos años y de la mano de tipos como Purito y Valverde hemos clavado una pica en Flandes, nunca mejor dicho, con triunfos en Flecha Valona y Lieja, territorios anteriormente vedados a nuestro ciclismo.

Solo nos queda clavarla en el Tour de Flandes o en la París-Roubaix. Pero eso ya es harina de otro costal y no se ven mimbres para hacer un cesto decente en esos lares. A Valverde ya le queda poca vida ciclista, es ley de vida, aunque a día de hoy esté mejor que nunca con sus casi 37 tacos. No se divisan recambios de categoría para el murciano en este tipo de carreras.

Iremos viendo y contando.


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