Eurocopa 2024: España, justicia poética

 

A raíz del triunfo de la selección española masculina de fútbol en la Eurocopa de Alemania, no puedo por menos que hacer una traslación a la situación de la realidad de España. La selección española refleja la realidad del país. Es una selección diversa, multicultural, es un reflejo de la sociedad por mucho que les duela a los intolerantes de siempre. El triunfo de un equipo donde juegan hijos de inmigrantes nacidos en España, franceses nacionalizados, catalanes, vascos, andaluces, etc., no hace más que reflejar la diversidad de la sociedad como no podía ser de otra manera. ¡Cuán grande es la justicia poética de este triunfo coincidente con la animadversión y rabia que suscita entre los fascistas e intolerantes de siempre! Esos que no daban ni un duro por este equipo y han terminado uniéndose como el primero. La hipocresía de siempre. En el aspecto deportivo han sido los mejores con diferencia. Si sacamos a los jugadores del aspecto puramente deportivo nos encontramos a cerditos como Carvajal que desbarran. La educación se tiene o no se tiene, y en el caso de Carvajal, no se tiene. Si tan español es el señor Carvajal, que tenga el valor y coraje de mirar a la cara al presidente del gobierno de tu país cuando te saluda por mucho que no te guste. No se pueden pedir peras al olmo. Aquí sería impensable lo que ha ocurrido con la selección francesa donde varios jugadores encabezados por Kylian Mbappé han salido dando la cara diciendo que no se vote a la extrema derecha en las elecciones legislativas francesas. En España, eso sería una quimera teniendo a tipos tan fascistas como Carvajal. Lo más grande es que un "negro" nacido en Pamplona de padres ghaneses y un vasco de Eibar han dado el cuarto triunfo de campeón de Europa a este país. Mientras tanto Vox se sale de los gobiernos autonómicos. Ya que se ponen que salgan también de los gobiernos locales y diputaciones. Es lo único bueno que han hecho.

Voy primero con el aspecto deportivo. La selección ha ganado todos los partidos disputados jugando a un buen nivel. Es cierto, que al principio, no se albergaban esperanzas más allá de octavos pero la primera impresión desde el principio fue buena y así se ha mantenido partido a partido. El bloque en su conjunto ha sido la clave de este equipo. Eso hay que reconocer el mérito al seleccionador Luis de la Fuente, un hombre callado, discreto pero con las cosas claras. Tuvo un inicio un tanto oscuro con aquel famoso aplauso a Rubiales en la asamblea de la RFEF.

Todo el bloque en su conjunto ha estado bien. Simón en la portería no ha tenido mucho trabajo y el que ha tenido lo ha solventado bien. La defensa en líneas generales ha estado bien. Los laterales, me ha sorprendido para bien Cucurella. Pensaba que Grimaldo tendría más opciones por el año despeglado en el Bayern Leverkusen. Los centrales franceses correctos tanto Le Normand como Laporte, por mucho que no le guste al del taburete ese, hijo del que entregaba billetes de 500 euros en una caja de puros a Rajoy. Laporte me ha sorprendido con el saque de pelota de medio campo hacia adelante.

En el mediocampo, la actuación ha sido estelar comandados por un majestuoso Rodri, elegido mejor jugador del torneo. Un hombre que lucha, distribuye, organiza, defiende y aporta muchísimo al equipo. A su lado un inmenso Fabián, el cual se ha consolidado como un puntal de medio campo desconocido hasta ahora. Y a ello sumamos a Pedri, el cual no pudo ir progresando debido a la desgraciada entrada de Kroos en su último partido como jugador de fútbol. Con Pedri y Gavi al máximo, esta selección no tiene límite. A ello añado también a un inconmensurable Dani Olmo autor del gol decisivo en la semifinal contra Francia. Ha estado también estelar el jugador catalán del Leipzig.

En punta de ataque el tridente por todos conocido de Yamal, Morata y Williams ha sido decisivo. Los extremos han estado a una altura sideral y el delantero centro Álvaro Morata, si bien no ha tenido la suerte de ser el goleador, su trabajo arriba y abajo defendiendo ha sido muy meritorio. Lo de Lamine ante Francia con ese gol estratosférico apunta a lo que este chaval de 17 años puede llegar a ser en un futuro si está bien guiado y bien cuidado.

En definitiva, ha sido un triunfo más que justo con un equipo que sin grandes estrellas como otras selecciones, ha preponderado la labor de equipo. Todo esto en lo deportivo. ¡Chapeau!

En lo no deportivo, decía Machado que de diez cabezas en España, nueve embisten y una piensa. Eso es lo que aprecio cuando veo a un ser como Dani Carvajal, que es recibido por el presidente del Gobierno de este país, y le saluda sin mirarle a la cara. Luego después cuando veo que este señor es seguidor de Alvise, simpatizante de Vox, amigo de Abascal y del jefe de prensa de Alvise, pues todas las piezas encajan. No sé cómo ha podido convivir tanto tiempo con jugadores de color albergando ideas tan intolerantes y tan xenófobas. Y no me sorprende nada que Carlos Alcaraz, el flamante vencedor de Wimbledon, haya dado un me gusta al vídeo del famoso saludo de Carvajal.

Digo que no me sorprende porque en España no ocurre lo que en Francia. En España los deportistas no se mojan políticamente, aunque en la mayoría de los casos, sabemos que son más de derechas que el grifo de agua caliente, por no decir directamente, que son fascistas. Así de claro. Si hablan de política sube el pan. Le preguntan a Unai Simón por las declaraciones de Mbappé pidiendo que no se vote a la extrema derecha y éste rehúye mojarse diciendo que el no opina. Le preguntan a Carvajal por el tema en la cadena Ser y también rehúye el tema hablando que quiere un país grande. Si escarbamos un poco, nos encontramos que el pensamiento del jugador de fútbol y del deportista de élite en general, es conservador por antonomasia. Sólo hay que ver la reacción del fútbol masculino cuando sucedió lo de Jenni Hermoso y ver cuántos jugadores masculinos salieron a defender a la futbolista. De los más de 450 futbolistas de Primera División no se escuchó a nadie. Tan sólo salió Borja Iglesias escribió algo en Twitter y lo pusieron a parir.

Aquí no ocurre lo que en Francia, aquí los jugadores no se posicionan en contra de la ultraderecha porque muchos de ellos son de ultraderecha y conviven con esas ideas. La prueba del algodón se vio ayer con el señor Carvajal. Decía Joaquín Kremel que tan genuflexo ante un rey impuesto por un dictador genocida y tan maleducado ante un presidente del gobierno de España elegido democráticamente.