Otros atletas que han destacado son Noah Lyles y Femke Bol, ganadores también de tres medallas, solo que Lyles tiene dos oros (200 y relevo corto) y un bronce (100) y la neerlandesa Bol ha conseguido un oro en 400 vallas y dos bronces en relevos (mixto y 4 x 100). Por lo demás destacar el dominio keniata en medio fondo y fondo femenino. Beatrice Chebet es la reina del fondo, ganadora en 5 y 10000 metros. Faith Kipyegon arrasa en 1500 y es plata en 5000.
María Pérez es la reina de la marcha, ganadora en 20 y 35 kms marcha. Nadie puede con la granadina. Si no fuera por la marcha, España se hubiera marchado sin medallas de Tokio. Ha conseguido 3 medallas y las 3 en la marcha, dos oros de María Pérez y un bronce de Paul McGrath en 20 kms.
A destacar también los dos oros de una atleta que se prodiga poco pero que cuando lo hace, deslumbra. Me refiero a la inigualable Sydney McLaughlin-Levrone que este año ha optado por los 400 lisos en vez de las vallas y ha hecho una marca de 47.78, la segunda mejor marca mundial de todos los tiempos, a solo 18 centésimas del estratosférico registro de la alemana del este, Marita Koch, allá por 1985 en Camberra. Se van a cumplir cuarenta años de ese récord. Es uno de los más viejos junto con el de 800 de la checa Jarmila Kratochvilova. Eran los tiempos oscuros del Este contra el Oeste, poco transparentes en cuanto a limpieza deportiva.A buen seguro que esos records de hace cuarenta años van a caer más pronto que tarde. Hay una generación de atletas muy buena en la actualidad.
Armand Duplantis, a lo suyo, como siempre en cada concurso, añade un centímetro más para batir el récord de salto con pértiga. Este hombre no tiene límite. Ya está en 6.30.
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