Estaba cantado. Lo estaba desde el 0-4 del derby a pesar de las negativas y las confirmaciones en falso y ayer se materializó. Ayer conocíamos la destitución del entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, a cargo del todopoderoso presidente señor Pérez, el que hasta hace unos días había dicho que no sería sustituido por Zidane. Dicho y contrahecho. El pecado de Benítez creo que ha sido el de no saber lidiar con estrellitas y divos hartos de millones como son los jugadores del Madrid. Benítez es un técnico muy meticuloso, estadístico, gris y muy técnico, valga la redundancia. En una plantilla como la del Real Madrid, esto no funciona, es un hándicap porque hay que convivir con un montón de egos superlativos y arrogantes que no están dispuestos a obedecer. Y así le ha pasado, que no le hacían ni caso. La culpa es más de los jugadores y de quién les consiente estas tonterías, el señor Pérez, el primero que tendría que haber dimitido hace ya tiempo asumiendo su propia responsabilidad por los errores cometidos.
Ya dije en anteriores post, que intuía que Benítez no se comería el turrón. Me he equivocado por unos días. Lo que no se va a comer es el Roscón. Lo intuía por ver cómo se actúa en ese club durante los últimos veinte años. Ahí nadie es profeta en su tierra. Que se lo digan a Camacho, Del Bosque, García Remón o Benítez, cómo fueron tratados y han salido de la Casa Blanca, donde ejercieron casi toda su vida de jugadores o empezaron de técnicos. Es el sino de la Casa. Y más si se tiene a un dirigente prepotente, que no hace autocrítica y continuamente sometido a los egos de las supuestas estrellas de la plantilla, y que sólo él puede presentarse a las elecciones porque es el único que tiene posibles, que para eso cambió los estatutos del club, para poder presentarse sólo él.
Estaba cantado que Benítez le quedaban dos telediarios. No cayó bien desde el principio. Le ningunearon desde entonces. Y lo que me parece vergonzoso es que si el técnico ordena jugar a un determinado jugador en determinada posición y éste se niegue a hacerlo, el club no sancione por indisciplina a tanto jugador harto de millones como están.
Y el rey Florentino pone ahora a Zidane como entrenador de la primera plantilla, más por nombre de lo que fue como jugador que por cualificación o por historial técnico. No olvidemos que Zidane fue sancionado hace dos años por no tener aún el carnet de entrenador y ejercer como tal en el Real Madrid Castilla. No olvidemos que este tipo estaba entrenando al filial madridista hasta el pasado domingo en 2ª B, donde se medía a equipos de la talla del Socuéllamos, con todos los respetos para Socuéllamos y donde el equipo era segundo en el Grupo 2. Al parecer Florentino piensa que Zidane va a ser el nuevo Guardiola del Real Madrid. Pues mal empieza, cuando el propio Zidane, en un alarde de honestidad y buen juicio, dice en sus primeras palabras, que a ver si ganan al menos un título en esta temporada. ¡Pues mira! Si con estos ánimos venimos a entrenar a este equipo, ¡mal te quieres Zinedine!
Adjunto artículo de José Sámano sobre el tema en EL PAÍS titulado "El Real Florentino".
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