Hoy hemos conocido la triste noticia del fallecimiento de Johan Cruyff, uno de los grandes mitos del fútbol de todos los tiempos, víctima de un cáncer de pulmón detectado hace unos meses. Ha fallecido en Barcelona a los 68 años, la ciudad que lo acogió como una figura del fútbol mundial en los setenta y lo encumbró en los noventa como entrenador. Se ha ido un tipo genial que respiraba fútbol por cada uno de sus poros. Éste y no otro, era el motor de la naranja mecánica, del fútbol total. Su inmortal 14 ya luce retirado en el Ajax de Amsterdam como recuerdo a un futbolista y entrenador único y excepcional.
Yo, por edad, no llegué a ver a Johan Cruyff jugando a su mejor nivel en los setenta con el Ajax de Amsterdam con el que ganó 3 Copas de Europa consecutivas o con la selección holandesa con la que fue subcampeona del mundo. Como mucho recuerdo ver alguna imagen de sus últimos años como jugador profesional en el Ajax o en el Feyenoord allá por el 83 u 84.
Después ya sí pudimos disfrutar su maestría como entrenador. Empezó al año de colgar las botas a sentarse en el banquillo, en su mítico Ajax y allí estuvo 3 años hasta que dio el F.C. Barcelona le llamó en 1988 para tratar de hacer frente a la hegemonía madridista de la Quinta del Buitre. Sus primeros 2 años en Barcelona no fueron fáciles. Y aún así ganó una Copa del Rey y una Recopa de Europa. En 1991 el Barça rompe la hegemonía del Madrid al ganar la que sería la primera de las cuatro ligas consecutivas que El Flaco ganaría con los azulgrana. Después llegaría el triunfo de la primera Copa de Europa para el Barça en Wembley con el gol de Koeman. Eran los tiempos de lo que se bautizó como Dream Team, una pléyade de grandísimos jugadores que dieron lustre y marcaron la senda del juego preciosista, de toque y brillante que caracteriza al F. C. Barcelona desde entonces. Eran los prolegómenos del tiki taka que ahora disfrutamos. Eran los tiempos de los Zubizarreta; Ferrer, Koeman, Juan Carlos; Guardiola, Amor, Eusebio, Bakero; Laudrup, Stoichkov y Beguiristain. Su 1:3:4:3 era inconfundible.
Después llegarían sus problemas con Núñez y su salida poco elegante del Barça a mediados de los noventa. Vendrían también sus problemas de salud con el corazón que le apartarían definitivamente de volver a dirigir a un club de fútbol, lo cual era una auténtica pena.
Si en algo debe su juego el Barça de hoy a alguien en concreto, ese alguien es Johan Cruyff, cuya estela recogieron posteriormente Louis Van Gaal, Frank Rijkaard y más que estos dos, sin duda alguna, Pep Guardiola, que fue discípulo suyo. Cruyff sentó las bases en el Barça de una forma de entender y de ver el fútbol que ha creado escuela.
Se ha ido un mito del fútbol mundial, uno de los cuatro grandes de todos los tiempos según los entendidos, junto a Di 'Stefano, Pelé y Maradona (el quinto beatle dicen que fue Georgie Best). Y ahora habría que colocar a Leo Messi en ese Olimpo.
Barcelona y Holanda se visten de luto en este jueves santo para despedir y homenajear a una leyenda del fútbol mundial que dejó su impronta tanto en el campo como en el banquillo. D.E.P.
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