Si hace unos días, al comenzar la Vuelta, viendo el trazado pronosticaba la victoria de Alberto Contador, visto lo visto y disfrutado lo disfrutado, hoy que termina la Vuelta tengo otras sensaciones. No me equivoqué en el pronóstico. Alberto Contador ganará hoy su segunda Vuelta Ciclista a España tras la lograda en 2008. Ha sido una Vuelta apasionante, magnífica, bien diseñada y espectacularmente competida. Probablemente una de las mejores Vueltas de los últimos treinta años.
Aposté por Contador porque el perfil se adaptaba como un guante a las características del escalador de Pinto. No obstante, para mí, el ciclista de esta Vuelta, y quizás el mejor, ha sido Joaquín "Purito" Rodríguez. El ciclista catalán ha estado espectacular, ha ganado en tres etapas y en otra se la birló Valverde en el último milímetro. Ha aguantado todos los ataques de Contador subiendo al que ha respondido con maestría e incluso le ha superado en alguna que otra subida. Sus triunfos en Ancares o en la inédita Mirador de Ézaro han sido antológicos, con una fuerza espectacular. Parecían etapas diseñadas para él. Purito es un ciclista explosivo capaz de reventar el grupo con un salto espectacular ante pendientes terribles. Para mí ha sido el mejor.
Pero como todos los mejores, siempre hay un día malo, un día aciago, que por lo que sea no salen las cosas. Y ese día llegó en la etapa de Fuente De. Una etapa, a priori anodina e insustancial, se convirtió en una auténtica batalla épica de ciclismo de los de antaño, de aquel ciclismo añejo de los grandes que atacaban en puertos a más de 50 kms de meta y se la jugaban el todo por el todo. Y eso es lo que hizo Contador en esa etapa. Atacó por sorpresa y pilló a Purito desprevenido. Joaquín Rodríguez, en un alarde de deportividad extraordinaria, reconoció la gran victoria de Contador y se deshizo en elogios por el etapón del de Pinto. Esto le honra aún más. Para mí le hace más grande.
Ya digo. A mí me ha sorprendido sobremanera Joaquín Rodríguez y me ha cautivado por su sencillez, por su campechanía y su humildad. Para mí ha sido el más grande de esta Vuelta aunque oficialmente no la haya ganado y quede tercero del podio. A destacar también la gran actuación de Alejandro Valverde, que al principio no se apostaba mucho por él pero ha aguantado el tipo y ha sabido estar ahí disputando la general. Excelente trío de ciclistas españoles en el podio, lo que da idea de la fortaleza de nuestro ciclismo, lo cual no significa que seamos fuertes en cuanto a equipos. Necesitamos que haya más equipos ciclistas españoles y que los nuestros no se tengan que ir fuera a triunfar. Lejos quedaban los tiempos en que España contaba con 10 ú 11 equipos ciclistas profesionales.
Lo dicho. Excelente Vuelta y auténtica lección de ciclismo.
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