La gran farsa

Ayer la UCI confirmó oficialmente el informe de la USADA americana en relación al dopaje de Lance Armstrong a lo largo de su carrera y decidió borrar de un plumazo los siete Tours del palmarés del corredor americano sin concederlos a ningún otro corredor. La UCI, y todos, estamos escarmentados de los casos de dopaje en el ciclismo y los Tours del americano los va a dejar en blanco como si no hubieran existido. Ya no sabemos qué corredor está limpio. El destape de este escandaloso caso hace que la sospecha se generalice en el mundo del ciclismo. Es una auténtica pena.

No entiendo porqué ha salido ahora este tema cuando en su momento no se le pilló in fraganti y es ahora cuando han declarado judicialmente, bajo juramento, ciclistas que acompañaron a Armstrong en sus victorias. Se ha avanzado mucho en la lucha antidopaje en los últimos años, pero esto es un auténtico coladero y un auténtico fracaso de la lucha por la limpieza del deporte. Ahora nos damos cuentas de que aquellas fotos de los podios y aquellos himnos escuchados en los Campos Elíseos eran una farsa. Todo era un fraude. Pero es que muchos de los que le acompañaron en el podio, llámense Ullrich, Beloki, Rumsas, Basso, Vinokourov, Zülle, todos estos señores que cito, han estado implicados en casos de dopaje demostrados y en operaciones que se abrieron pero que no se han cerrado. Me refiero a la Operación Puerto que se inició en 2006 y no ha habido manera de meter mano a fondo en toda esa red corrupta, mafiosa y tramposa en el ciclismo.

No es de extrañar que un equipo que ha sido el emblema del ciclismo holandés en los últimos 17 años, como es el Rabobank, haya anunciado su retirada del patrocinio ciclista por su hartazgo en la hipocresía y falsedad reinante en el ciclismo en relación con el dopaje. Rabobank no ha sido un equipo que haya estado lastrado por muchos casos de dopaje. No, al contrario. Ha sido un equipo modélico. Pero no nos debe extrañar que las empresas, los sponsors, se muestren renuentes a patrocinar equipos cuando ven estos escandalosos casos de doping. 

No me creo que los directores o mánagers de equipos desconozcan que sus ciclistas se dopen. Puede haber casos puntuales. Pero que no nos tomen por tontos. Estoy convencido que la mayoría de técnicos conocen los entresijos del ciclismo y entre ellos, el doping. Y en muchos casos han hecho la vista gorda y han tratado de tapar el escándalo.

Me he vuelto muy escéptico. Ya no me creo nada.