Roy Batty

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jueves, 17 de abril de 2014

Quo vadis, Barça?

En una semana el F.C. Barcelona ha dilapidado prácticamente todas las opciones que tenía de conquistar alguno de los títulos a los que aspiraba. El pasado miércoles caía eliminado en Champions League ante el Atlético de Madrid; el sábado se dejaba media Liga en Granada al perder por 1-0; y ayer perdía la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en Mestalla. ¿Qué está pasando en Can Barça para que se produzca esta debacle en tan poco tiempo? ¿No estaríamos adorando a un ídolo con pies de barro?


Dice el saber popular, que a perro flaco todo son pulgas, y ahora es fácil hacer leña del árbol caído y cargar contra el entrenador o los jugadores pero creo que las causas son más profundas. El F.C. Barcelona no ha tenido mucha estabilidad institucional este año. Empezó con la recaída de Tito en su enfermedad y siguió pasado unos meses con la dimisión del presidente Sandro Rossell como consecuencia de la investigación de la justicia acerca de la forma en que se hizo el fichaje de Neymar. Esto no ha contribuido mucho a la estabilidad dentro del equipo. Si a esto ahora añadimos la sanción de la FIFA de prohibir fichar durante el próximo año, pues el caldo de cultivo de la inestabilidad está servido.

Esto en cuanto a materias extradeportivas. Entrando en materia deportiva ha de añadirse otras cuestiones no menos importantes. El Barça sigue padeciendo los males que le aquejaron al final de la temporada pasada. Llega al mes de abril sin resuello y prácticamente sin defensa ni portería. La falta de planificación en ese sentido es patética. La defensa ha sido un coladero a lo largo de la temporada y tuvo su culmen ayer en la final de la Copa del Rey en el segundo gol del Madrid con la galopada de Bale frente a Bartra. No se trata de echar a Bartra la culpa de ello. No, el pobre muchacho no tiene la culpa, pero la imagen de ese gol es el reflejo de la gran debilidad del Barça en esta temporada. bien es cierto, que las continuas lesiones de Piqué y Puyol, y la definitiva de Valdés también han contribuido; Mascherano tampoco ha estado muy a la altura que digamos y el Barça ha renunciado a reforzarse en esa línea en los mercados de fichajes. Todo se junta. De aquellos polvos vienen estos lodos.

El Barça tuvo un respiro en marzo cuando ganó el derbi liguero en el Bernabéu. Pero con el paso del tiempo se ha comprobado que fue un espejismo, un clavo ardiendo al que agarrarse aunque la procesión estaba por dentro. Se le ve al equipo agotado físicamente. Messi juega andando, no corre, no presiona. Si había algo que caracterizaba al gran Barça de hace 2 o 3 años era que en cuanto perdía la posesión del balón corrían como endemoniados a recuperar el balón. Ahora esa presión ha desaparecido totalmente. Juegan a trompicones, esperando alguna genialidad de Messi o a ver si la posesión del balón se traduce en alguna ocasión clara para rematar. Pero es que ya ni eso. La posesión del balón, que aún siguen ganando en ello, no se traduce en ocasiones, ni mucho menos en materializar esas ocasiones.

El ritmo del Barcelona ya se lo conocen los rivales. Parece que le han cogido la matrícula y a los rivales les resulta fácil prever lo que van a hacer. Es por ello, que el mejor antídoto para atacar al Barça se ha convertido en armar la defensa e iniciar el contragolpe rival. Con estos mimbres, el Atlético de Madrid, el Granada y el Real Madrid ayer, consiguieron desarbolar y desacreditar la otrora imbatible retaguardia azulgrana. Los equipos rivales del Barça ya no le tienen miedo, le han cogido la matrícula.

El Barça necesita reiventarse, renovarse en cuanto a mentalidad, planteamiento táctico y tener más banquillo en todas las líneas. Creo que ha llegado la hora de un nuevo proyecto que sepa revitalizar lo bueno que aún hoy posee la plantilla azulgrana, sacarle el máximo rendimiento, y sobre todo reforzarse en aquellas líneas especialmente deterioradas como la defensa. Pero eso pasa por una renovación también en la dirección deportiva, de la que Zubizarreta venía haciéndose cargo y por una apuesta decidida por la cantera y por recuperar aquellas perlas de la Masía cedidas a otros equipos como Rafinha, Deulofeu, etc, con lo que se pondría en valor la propia entidad en caso de tener que hacer una política autárquica si sigue en vigor la sanción de la prohibición de fichar por parte de la FIFA. Creo que es hora de mirar hacia dentro del club y dejarse de grandes aventuras supermillonarias sin planificar y que solo buscan la etiqueta de galácticos pero sin ningún tipo de organización ni control. Creo que se debería apostar en la dirección técnica por ex-jugadores de la entidad, que conocen el club mejor que cualquier entrenador extranjero y que saben de las fortalezas y las debilidades de una entidad sin igual. Me refiero a nombres como Michael Laudrup o Luis Enrique como los idóneos para iniciar una nueva etapa en el club azulgrana.

Sólo decir unas cosas de la retransmisión de la final de Copa de ayer. Fue indiscutible el triunfo del Real Madrid basado en la practicidad, en el utilitarismo de su técnico, Carlo Ancelloti, quién planteó de forma magnífica el partido aprovechando la rapidez de su contraataque y la debilidad azulgrana en defensa. Hasta ahí, de acuerdo. Lo que me pareció vergonzoso fue la tremenda parcialidad por parte de los comentaristas de TVE. Alguno parecía más un forofo madridista que otra cosa. El señor Camacho parece que no se ha quitado la camiseta blanca desde que abandonó el fútbol hace más de 25 años. No hacía más que elogiar a los jugadores del Real Madrid todo el tiempo y la forma de cantar el segundo gol madridista fue vergonzante. Conténgase señor Camacho. Hay una cosa que se llama objetividad y racionalidad y este señor carece absolutamente de un comportamiento imparcial. Se comportó como un auténtico hooligan, consentido evidentemente por el narrador del encuentro, al que se le notaba también la camiseta madridista. No quiero pensar donde estaría la selección española si Camacho hubiera continuado como seleccionador. Un señor que huye de tácticas y todo lo basa en la testosterona, los huevos y la furia, pues deja mucho que desear como comentarista imparcial. Su carrera como entrenador le avala. No ha conseguido ganar nada con los equipos que ha entrenado: Rayo Vallecano, Sevilla, Español, Osasuna o Real Madrid un rato. No me pareció correcto el comportamiento de ese señor como comentarista.  Julio Salinas, sabemos que es del Barça, pero no se comportó de forma energúmena como Camacho, ni se hubiera comportado de esa forma en caso de haber ganado el Barça. 

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