Roy Batty

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jueves, 12 de julio de 2012

Tour 2012

Este Tour tiene color y olor británico. Si no pasa nada raro Bradley Wiggins se impondrá con solvencia en esta edición marcada por la ausencia de Alberto Contador. Un Tour con más de 100 kilómetros en contrarreloj trae consigo estas cosas, que un hombre criado en la pista sea el claro aspirante a llevarse el triunfo final. Pero no sólo por esa ventaja, sino también porque aguanta bien la montaña y como nadie ataca, todo el mundo anda temeroso, pues todo va cuesta abajo hacia París.

Como resulta que en la montaña ya no se ataca como antes,  ya no se ataca con distancia sobre meta, en el penúltimo o antepenúltimo puerto, sino que llegan todos juntos al último puerto y a alguno, casi por fuerza, se le ocurre atacar dentro del último kilómetro, pues esto ya ha perdido mucho aliciente con respecto a los ochenta o noventa. Estoy escribiendo esto cuando se está desarrollando la etapa reina de los Alpes, con subida a la Madeleine, Croix de Fer y Toussuire. Pero no creo que me lleve una sorpresa por el etapón que hagan los primeros de la general.

Ya nadie ataca al líder desde lejos, por temor a vaciarse, a perder fuerzas y quedar descolgado. Nadie arriesga. Es un ciclismo conservador el que tenemos en la actualidad. Una pena pero es así.

Ayer, se produjo una interesante etapa con una fuga de cuatro ciclistas que mantuvo interesante la carrera hasta el final. Ganó el odioso Voeckler, un personaje que me cae antipático, por sus ínfulas, sus ganas de presumir y su histrionismo. Cogió el maillot de la montaña, por lo que ya tenemos Voeckler para rato. Es la única cosa que motiva a los franceses porque llevan sin ganar un Tour 27 años (y los que les queden) y se agarran a un clavo ardiendo con tal de figurar en algo. Se fue Virenque que ganó 7 grandes premios de la Montaña y ahora tenemos a este patán que no hace más que figurar. ¡Qué personaje más asqueroso! Ya sólo falta que repita victoria el sábado, el día de la fiesta nacional francesa, y entonces ya nos cae bastante.

De los españoles, ni hablar. Muchas desgracias con caídas pero también alguna decepción. Se ha confirmado que Valverde, aparte de las caídas, no va a ser nunca una opción seria de ganar la ronda francesa. Le falta competitividad. Sólo nos queda Contador. Y este año, la lección la está dando el veterano Zubeldia que está reverdeciendo viejos laureles. Ya fue quinto en un Tour.

En fin, que salvo imprevistos de última hora, y salvo sorpresón del compañero Froome tipo Vuelta a España 2011, el británico Bradley Wiggins, del conjunto Sky, se convertirá en el primer ciclista de las Islas Británicas en conseguir el Tour de Francia, la prueba más prestigiosa del mundo del ciclismo por etapas. Es justo, pues no en vano, Wiggins llega al Tour con 3 victorias World Tour en su mochila (París-Niza, Tour de Romandía y Dauphiné Liberé) y como número uno del escalafón mundial. Estaremos atentos a la resolución.

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