No hay que hacerse ilusiones. No nos engañemos. Visto lo visto ayer en el partido "amistoso" que enfrentó a las selecciones de baloncesto de España y Estados Unidos, la medalla de oro es inalcanzable. Nosotros aspiramos a llegar a la final y conseguir la medalla de plata. Esa es la máxima aspiración a la que podemos optar. España, como cualquier otra selección, puede aguantar como mucho un cuarto, pero no más. En cuanto los americanos se ponen a jugar, no hay quien los pare. Son una pléyade de estrellas que están fuera del alcance de los terrestres. Es imposible ganarles. La exhibición dada ayer por LeBron James o Carmelo Anthony es de antología.
Un equipo en el que figuran Kevin Durant, LeBron James, Carmelo Anthony, Kobe Bryant y Chris Paul en el quinteto inicial, es para echarse a temblar. Puede haber opciones a competir cuando salgan los suplentes o la segunda unidad, pero es que éstos tampoco son mancos, y si salen Russell Westbrook, Deron Williams, Kevin Love, Tyson Chandler o Andrea Iguodala, pues tampoco lo van a hacer mal. Hace dos años Estados Unidos acudió al Mundial de Turquía sin la mayor parte de sus estrellas, con un equipo de segunda fila liderado por Kevin Durant, y ganaron claramente el Mundial de Turquía. Estados Unidos se puede permitir el lujo de competir con varios quintetos de jugadores NBA y conseguir el objetivo final, que no es otro que el título.
El equipo que presenta para estos Juegos Olímpicos es muy bueno, sin llegar a presentar un Dream Team. Para llegar al nivel de excelencia absoluta, donde van todos los mejores de la NBA, faltaría gente como Derrick Rose, Dwayne Wade, Rajon Rondo, Blake Griffin o Dwight Howard (el mejor 5 del mundo). ¿Se imaginan si estos 5 jugadores se unieran al equipo olímpico? Entonces sí estarían los mejores jugadores del mundo.
En fin, lo dicho, el título olímpico es inaccesible para cualquier selección mortal o terrestre. Está reservado a los extraterrestres.
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