Roy Batty

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viernes, 20 de junio de 2014

El rey ha muerto...¡Viva el rey!

Quiero utilizar esta expresión para hacer un símil o una alegoría entre el pan y el circo en la actualidad. El mismo día en que Juan Carlos I firmaba su abdicación del trono de España, a muchos kilómetros de distancia, en una ciudad llamada Río de Janeiro y en un escenario monumental llamado Maracaná, la selección española de fútbol cedía su trono mundial. Es curioso la analogía existente pero da que pensar en que en este país las cosas están cambiando y parece que se aproximan tiempos de cambio en todos los sentidos aunque algunos como el gobierno actual se muestren totalmente ciegos en su tancredismo y no quieran comprender nada de lo que está pasando en este país.


En fútbol, la selección española que dirige Vicente del Bosque parece que ha llegado cansada al Mundial, extenuada y agotada de una temporada larguísima. No sabemos qué ha ocurrido para que esta selección se haya mostrado irreconocible en dos partidos, contra Holanda y Chile, y no haya podido mostrar el juego que ha encandilado a todo el mundo en los últimos 6 años. Creo que a la selección le ha ocurrido como al Barça, le han cogido la matrícula. Todos los rivales con los que se enfrenta le estudian y saben cómo hacerle frente. Se ha vuelto una selección previsible y contra su juego los rivales ya tienen su antídoto. Pero es que no ha habido ocasión de que España muestre su juego habitual. Holanda pegó un zarpazo en la línea de flotación que dejó tocado todo el andamiaje.

Lo que es obvio es que no podemos condenar al ostracismo a una gente que nos ha dado la mayor gloria en este deporte en la historia de este país. No es justo la "somanta palos" que están recibiendo por su actuación. Es seguro que habrá que renovarse y lo que viene es tan bueno o más que lo que hay. Viene gente como Thiago, Koke, Isco, Deulofeu, Jesé, etc... Creo que hemos pecado de conformismo, y como dije en algún post anterior, la preparación física no ha sido la correcta para llegar al Mundial. Muchos han llegado muertos, sin fondo físico. Este país es cainita por naturaleza. Es capaz de hacer pasar a una persona de héroe a villano en un abrir y cerrar de ojos. Mucho me temo que Vicente del Bosque no va querer continuar al frente por muchos motivos y entre ellos también los egos de algunos jugadores de la selección que creo que se han endiosado mucho en los últimos años. El varapalo mundialista de Brasil viene bien para bajar los humos a muchos egos crecidos. Y también para criticar el excesivo peloteo y favoritismo de los medios de comunicación, los cuáles muchos ahora se vuelven como un calcetín y dan palos a mansalva a jugadores y técnico que hasta hace poco los adoraban y los elevaban a los altares.

Hay que ser justos. Hay que reconocer que esta gente ha proporcionado el mayor éxito del fútbol a nivel de selección en la historia de este país. Desde el 2008 hasta el 2014, España ha sido la reina de la FIFA. Algún día tendría que ceder su trono, algún día tendría que terminar su reinado y la historia ha querido que sea el mismo día en que lo hacía el soberano del país, Juan Carlos I. Curiosas casualidades las que nos da la vida. Lo que no esperábamos es que fuera tan dura la caída, parafraseando aquélla película de Bogart.

En cuanto a la monarquía reinstaurada en la persona de Felipe VI, veremos cómo evoluciona. Tiene corte si pretende legitimarse frente a la ciudadanía porque la desconfianza ciudadana es muy grande. Habrá que concederle un tiempo prudencial de gracia para ver cómo va evolucionando la institución. La desconfianza y el escepticismo se arregla con transparencia, más democracia, participación y honestidad. Y si es necesario un referéndum sobre la forma de estado, tampoco se viene el mundo abajo por ello. Tiempo al tiempo.

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