Cuando llevan transcurridos 5 días desde el inicio de la 20ª Copa del Mundo de Fútbol FIFA, me atrevo a hacer mis primeras valoraciones sobre los hechos del magno evento. Lo más de lo más hasta ahora ha sido sin duda alguna, la catastrófica derrota de la actual campeona del mundo, España, frente a la selección de Holanda, por 1 a 5. Una derrota que da mucho que hablar pero que creo que tiene un fondo físico inexcusable. Dicen que la venganza se sirve en plato bien frío, y así se lo ha tomado el combinado holandés dando cumplida revancha de la final mundialista de Sudáfrica hace cuatro años. Dicen también, que "una paliza al año nunca hace daño", y esto ha de servir también para que el combinado español baje de las nubes, del pedestal en el que está subido y pose de una vez los pies en el suelo y compruebe que el título no se gana con el nombre. Hay que esforzarse mucho más.
La derrota ante Holanda se fraguó en la segunda mitad del choque, cuando la selección naranja apretó el acelerador y los nuestros se veían impotentes para contener la avalancha de los Van Persie, Robben y compañía. Se podría decir, parafraseando una película, una serie de catastróficas desdichas. Fallos calamitosos en el ataque y en la retaguardia, sobre todo centrales como Ramos y Piqué o en la portería de Casillas, regalando un gol a Van Persie y fallando en una salida por alto en el tercer gol oranje. Nunca antes habíamos visto a esta selección bajar los brazos y rendirse de forma tan descarada. Ver a Robben corriendo en los últimos minutos en busca del quinto gol frente a 3 defensas españoles que no lograban detenerle, da idea de la escasa preparación física, a mi entender, con que han llegado algunos futbolistas a este mundial. Aparte de eso creo que han estado concentrados juntos todos unos 10 días. Escaso tiempo me parece frente a selecciones como la holandesa que llevaban concentradas más de un mes.
Tal vez sea el cansancio acumulado a lo largo de toda la temporada, pero no puede ser que lleguen tan desfondados señores como Piqué o Ramos a los que se les supone un plus de calidad y garantía en defensa. El baño que les dieron los delanteros holandeses fue de campeonato. Mucho tendrán que cambiar las cosas para que esta selección, primero logre pasar la fase de grupos y mucho más que sepa competir en las eliminatorias. Visto lo visto, mi fe se tambalea y no concede mucho crédito al combinado nacional. Ójala me equivoque.
Respecto a los demás, hasta el momento destaco la enorme superioridad física y táctica de la gran Alemania, que siempre está ahí en todo evento que se precie, y le mete 4 a una Portugal que tiene solo nombre de Cristiano y nada más. Alemania tiene fondo de armario y se permite el lujo el bueno de Löw de dejar en el banquillo a vacas sagradas como Schwëinsteiger o Schürrle, e incluso utilizar a Lahm de mediocentro. Alemania tiene recursos por un tubo y eso le permite rendir de forma espectacular. A tener en cuenta a Thomas Müller, que va camino de convertirse en el hombre del campeonato.
Los teutones son serios aspirantes al título, por encima incluso, del anfitrión Brasil, al que le evitó el ridículo pitar un penalti inexistente por parte de un colegiado japonés para ganar a Croacia pidiendo la hora al final. Brasil está muy sobrevalorada y creo honestamente que no merece ser campeón visto el juego desplegado y la táctica de Felipao. Es un Brasil muy europeizado, táctico y pragmático, que lo dedica todo a genialidades de su gran estrella, Neymar. Algo así le ocurre a Argentina, que ganó por una genialidad de Messi, quién no termina de explotar, pero estuvo viviendo todo el encuentro de un gol en propia meta de su rival bosnio y al final tuvo que pedir la hora ante el agobio herzegovino ante el marco argentino. Argentina son muchos nombres pero poco equipo. La suerte que tiene en primera fase es la nula calidad de sus rivales. Ahora esperan nada más y nada menos que Irán y Nigeria. Ahí es nada.
A destacar la inesperada derrota sin paliativos de Uruguay frente a Costa Rica por 1 a 3 en el llamado grupo de la muerte, en el que están Italia e Inglaterra también, los cuales hicieron un magnífico partido. Costa Rica al que muchos dábamos como convidado de piedra en este grupo, se ha convertido en una china en el zapato de los otros tres equipos y la clasificación se pone calentita.
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