Roy Batty

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martes, 8 de noviembre de 2016

Conversiones

Cuenta el libro de los Hechos de los Apóstoles en su capítulo 9 la siguiente historia que no transcribo literalmente sino que resumo:

Pablo de Tarso, había recibido el mandato de las autoridades judías de perseguir a los cristianos de Damasco. Mientras se dirigía a ese destino, un resplandor del cielo le hizo caer del caballo dejándolo ciego, mientras él y los que cabalgaban con él oían una voz que decía Saulo, Saulo, por qué me persigues (Saulo era su nombre hebreo y Pablo su nombre romano). Tras esta fuerte vivencia (Pablo la describe como un abortivo), Pablo se encuentra en Damasco con Ananías, que le impone las manos en nombre de Jesús, lo que le devuelve la vista. Inmediatamente, Pablo es bautizado.

Utilizo esta cita bíblica para ilustrar de modo particular lo que creo que ha ocurrido en política interna en este último mes o meses donde se ha producido la catarsis socialista. Ya lo he contado antes y lo vuelvo a repetir. Yo me caí del caballo, al igual que Saulo de Tarso, el día 25 de septiembre cuando tras unas derrotas electorales tremendas nadie de la dirección del PSOE sale a asumir responsabilidades por los malos resultados. En ese momento y tras la huída con patada a seguir al abismo de Helm propagada por Pedro Sánchez, yo abro los ojos y me convierto.

Me pregunto cuántas elecciones tenemos que perder de manera estrepitosa para que la dirección asuma responsabilidades políticas por lo ocurrido y comprenda que no vamos bien por ese camino. Me pregunto si alguien piensa que obtener el apoyo mayoritario de la militancia en unas elecciones primarias ya te da patente de corso y te capacita para hacer todo lo que quieras en todo tu mandato. Hago estas reflexiones porque he defendido al secretario general y candidato durante todos estos meses aciagos. Pero todo tiene un límite. Hay que reconocer errores y asumir responsabilidades y las responsabilidades políticas se asumen dimitiendo y no pasa nada. Al contrario, es sano y saludable.

Dicho esto también digo, para que no haya dudas al respecto, que yo no estoy en ningún bando y lo mismo que critico esta actitud de Pedro Sánchez, critico el no dar la cara en ningún momento de los barones y baronesas durante todos estos meses. No confío en nadie. Han sido días duros y las decisiones que se han tomado no han sido fáciles y sobre todo no se han explicado a la ciudadanía. Se ha hecho todo deprisa y corriendo desatando el caos. Si la decisión de abstenerse se hubiera tomado y explicado en diciembre o a más tardar en junio, no se hubiera desvariado todo como se ha desvariado.

Con esto no digo que esté a favor de la abstención. Me da tanta angustia Rajoy como el impresentable Turrión y el PSOE solo tenía como salidas, muerte o muerte. Lamentablemente.

La segunda sorpresa monumental me la llevo el domingo 30 de octubre cuando el señor Pedro Sánchez concede una entrevista al programa Salvados de La Sexta. Aquí aprecio la segunda conversión. En este caso el que se convierte es el señor Sánchez y al Podemismo. Dice Pedro que se equivocó al calificar a Podemos de populistas. No estoy de acuerdo. Ahora más que nunca Iglesias Turrión es un populista, demagogo y arribista que trata de pescar en las aguas agitadas del socialismo y se echa al monte a cazar socialistas, se mete en la trinchera y se radicaliza y extremiza de manera enfermiza. ¿Tengo que entender entonces que cuando Sánchez afirmaba que Podemos eran populistas estaba mintiendo y no decía lo que pensaba realmente? ¿Cuándo te has convertido, amigo Sánchez?

Otra boutade que lanzó el amigo Sánchez fue decir que España es una nación de naciones apelando a hablar con los nacionalistas. Hay que recordar que fue el propio Sánchez el que propuso en el Comité federal tras las elecciones de Diciembre la línea roja de no permitir el referendum y no hablar con los nacionalistas. ¿Cuándo te ha entrado la fiebre nacionalista, amigo Sánchez? ¿Ya no te acuerdas de la Declaración de Granada, de la propuesta federal para España? ¿Por qué cambias ahora de parecer?

Otra boutade que le lanzó a Évole fue hablar de una conspiración del IBEX-35, de determinadas élites de este país, del grupo PRISA (siempre omnipresente) que le presionaron para no pactar con Podemos. ¡Coño, si es que parece que hablaba por boca de Turrión! La maldita hemeroteca es clara y diáfana y hay declaraciones suyas en mayo de este año negando que hubiera recibido presiones de ningún tipo por parte de ningún poder establecido. ¿En qué quedamos, Pedro? ¿Ahora dices la verdad y antes mentías? ¿Por qué tengo que creerte ahora? Podía haber hablado de la campaña de acoso y derribo que le hizo La Sexta durante todos esos meses y sin embargo no dijo nada de eso. Y ese acoso lo hemos visto todos con nuestros propios ojos. Ya solo faltaba que Pablo Manuel Iglesias Turrión le impusiera las manos en señal de bienvenida a la secta podemita. ¡Lo que hay que ver y oír!

No sé qué estrategia trata de seguir el señor Sánchez, que habla de hablar de tú a tú con Podemos, y parece que se le olvida que no es presidente porque el señor Iglesias Turrión no se abstuvo en su investidura y permitió que siguiera Rajoy. ¿Es que ya no recuerda nada del daño hecho por Pablo Manuel? Conste que personalizo en Pablo Manuel Turrión. Si el diálogo se hubiera producido con otro representante de Podemos, probablemente Pedro Sánchez ya sería presidente del Gobierno.

Me ha decepcionado francamente el post-sanchismo y aunque tenga el respaldo de la mayoría de la militancia socialista en próximas primarias o congreso para recuperar la secretaría general, está quemado políticamente. La gente ya ha hablado en seis procesos electorales siendo él secretario general de los socialistas y la opinión y confianza cada vez ha sido menor. Y de esto el señor Sánchez no reconoce nada, se enroca en su apoyo de las bases y de ahí no se mueve. Si es esto lo que quieren las bases, pues que le tiren. Pero les recomendaría a los compañeros que tan ardientemente le apoyan tildando de fascistas, traidores o golpistas los que no apoyemos a Sánchez por cualquier motivo, les pediría que si tan socialistas son que dominen las agrupaciones, las provincias, las autonomías participando activamente en la vida política del partido, que no dejen tirado a su secretario general y que ya que son los socialistas puros (los demás debemos ser fascistas) no dejen cabos sueltos. Digo esto porque hay algunos tan socialistas que solo van a las agrupaciones una vez cada cuatro años, ni siquiera cuando hay asambleas para expresar la opinión.

Más allá de esta ironía, no exenta de cierto realismo, he de decir que a mi modesto entender, el daño es irreversible y el destrozo y la división son monumentales. Esto no se arregla de un día para otro. No veo solución porque no veo mirlos blancos. La solución pasa por un mirlo blanco, alguien que no tenga pasado, que no tenga lastres, que no se le pueda achacar tal o cual acción, hazaña, padrinazgo o apoyo de ningún tipo. Alguien desconocido que surja de la nada, virgen en cuanto a cargos políticos y que trate de reconstruir con diálogo, sosiego, firmeza y convicción. Eso es muy difícil.


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