Era algo que había que hacer sí o sí. Cuando sale una sentencia demoledora contra Don Tancredo y se queda igual como si no pasara nada, el PSOE está obligado por ética, por dignidad, por honradez, por decencia a presentar una moción de censura contra un gobierno inmóvil, que no asume ninguna responsabilidad, ningún error, ninguna culpa. Son ya tantos los casos aislados de corrupción que asolan al PP que esto ya era insoportable. Siempre digo lo mismo a este respecto. ¿Se imaginan lo que hubiera dicho el PP en la oposición si el PSOE estuviera en el poder en su misma situación con los mismos casos de corrupción? Hubiera dicho barbaridades aunque creo que hubiera habido una diferencia: el PSOE hubiera desaparecido por la acción de la propia militancia harta de aguantar lo inaguantable. Lo que es inaudito en este país es que en ese partido no haya nadie que alce la voz criticando la actuación del partido, no haya ninguna autocrítica, ningún atisbo de censura propia. Todos a tapar la basura. Lo que ocurre es que el hedor era ya insoportable. Y echar a Rajoy, lo ha hecho un defenestrado renacido llamado Pedro Sánchez.
Nadie pensaba hace una semana que la moción de censura iba a prosperar. Pero la hartura ciudadana ha llegado al límite y los partidos han estallado. Han apoyado todos los partidos la moción salvo el que sustentaba al anterior gobierno (PP) y el partido cuñadista de Rivera, un tipo soberbio, endiosado por las encuestas, un tipo oportunista que mea colonia y que es capaz de sorber y soplar al mismo tiempo, capaz de decir una cosa y la contraria sin ruborizarse. No hace nada más que pedir elecciones a diestro y siniestro. Es increíble que no apoye una moción de censura contra Rajoy por el simple hecho de que el candidato es Pedro Sánchez.
A Pedro Sánchez le van a hacer la vida imposible. No le van a dar 100 días ni por asomo. Le acusarán de etarra, independentista o radical por los intolerantes de toda la vida. Pero lo cierto es que este hombre estaba muerto políticamente en octubre de 2016 cuando dimitió como secretario general y diputado para no apoyar la investidura de Rajoy. Siguió insistiendo, ganó abrumadoramente las primarias, se hizo de nuevo con la secretaría general y cuando nadie daba un duro por él, ha hecho lo que tocaba hacer, censurar a Don Tancredo por el inmovilismo repugnante e inasumible. Es tremendo. Un renacido cual ave fénix ha sido capaz de destituir a un gobierno corrupto.
Barrunto legislatura corta porque el ambiente va a ser inaguantable por las ganas de revancha y venganza ante una destitución inesperada. Elecciones habrá en unos meses. Va a haber juego sucio, patadas en los tobillos. Veremos
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