Roy Batty

Roy Batty
Roy Batty

sábado, 15 de agosto de 2020

Debacle total blaugrana


Ya se vio en la eliminatoria de octavos de final frente al Nápoles que el Barça no desprendía buenas sensaciones. Era algo que se intuía. Ayer se confirmó con la paliza que le pegó el Bayern de Munich por 8-2. Un resultado histórico. Nunca en la máxima competición continental de fútbol en clubes, el F.C. Barcelona había sufrido una derrota tan abultada. El Bayern fue una apisonadora. Recordaba a la Alemania que aplastó a Brasil en el Mundial del 2014 metiéndole un 7-1 en su casa. Si continua con este juego es el máximo candidato a conquistar esta Champions tan atípica a puerta cerrada. 

El partido fue un vapuleo de principio a fin. El equipo bávaro juega con un desparpajo y un ataque continuo y descarado desde el primer minuto dominando la posesión de balón, otrora dominio impecable en el Barça de hace unos años. Los blaugranas van de mal en peor en esta competición en los últimos años. Si ya fueron dolorosas las eliminaciones en los partidos de vuelta frente a la Roma en 2018 (3-0) y Liverpool 2019 (4-0), lo de ayer fue calamitoso. No sabía por dónde le venían los goles, de uno y otro lado.

El Bayern tiene un bloque que se conocen de memoria y la línea defensiva pese a ser temeraria con jugar tan adelantado, tiene a hombres de la estatura, clase y rapidez de Kimmich, Boateng, Alaba y Davies. El medio campo con Goretzka y Thiago, hacen lo que quieren con el balón. Y en punta con Müller, Lewandowski o Gnabry, otro tanto de lo mismo. Fueron una orquesta bien afinada. El Barça fue un pelele en sus manos. Y Neuer en la portería que parecía un gigantón comparado con la pequeñez de su compatriota Marc André en la portería contraria que estuvo horrible como todo el equipo.

El Barça afronta un serio problema estructural, que su origen está en lo más alto, en la directiva, pero ésta no va a dimitir por lo que el futuro se antoja muy negro. Por lo pronto, el banquillo ya ha saltado. Era algo obvio que Setién no iba a continuar. El juego no ha mejorado respecto a la época de Valverde. Y qué decir de los jugadores, pues que es difícil dar con la tecla. La clave está en la dirección del equipo porque materia prima hay. Lo difícil es conseguir la armonía entre los distintos instrumentos. Todo esto suena a derrumbe, a hundimiento, a orquesta del Titanic. Lo malo es que Bartomeu no se hunde. Y lo malo es que si Messi se cansa, se acabó el Barça para años.



No hay comentarios:

Publicar un comentario