Roy Batty

Roy Batty
Roy Batty

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Se fue El Pelusa


No vamos a olvidar fácilmente este 2020. Cuando aún quedan algo más de 35 días para dar carpetazo a este annus horribilis, hoy conocemos la trágica muerte de Diego Armando Maradona. Otro mito caído, este del deporte rey. Me quedo con el Maradona futbolista de los años ochenta. No me quedo con el Maradona de los últimos años que deambulaba con la cabeza y el cuerpo perdidos como una piltrafa. Para siempre quedará en el recuerdo los goles a Inglaterra en México'86; uno con la mano (de Dios) y otro regateando desde campo propio a todo el que le salía al paso. Fue su momento de mayor gloria. Después la droga y el alcohol acabaron con un jugador de leyenda. Fue su descenso a los infiernos. En Argentina Diego es religión. Los maradonianos lloran su pérdida.


Recuerdo aquel año 82 que el Barça anunciaba el fichaje de un tal Diego Armando Maradona poco antes de comenzar el Mundial que se disputaba en España. Creo que lo ficharon por 1200 millones de las antiguas pesetas, una cantidad indecente de dinero para aquella época. El Mundial 82 de España fue su primera puesta de largo en el fútbol internacional. Se daba a conocer al gran público en el mayor escaparate futbolístico del planeta. Argentina era la defensora del título conquistado cuatro años antes en dicho país. Venían con un equipo plagado de grandes jugadores: Fillol, Passarella, Tarantini, Ardiles, Kempes o Valdano acompañaban a Maradona. Y empezaron mal perdiendo el partido inaugural ante Bélgica. Después golearon a Hungría y El Salvador y les tocó en suerte un grupo espectacular en la ronda de octavos y cuartos. Brasil, Italia y Argentina se enfrentaban entre sí en unos partidos espectaculares. El marcaje de Gentile a Maradona fue terrorífico. Argentina cayó derrotada ante ambas selecciones.

Después de esto Diego iniciaba una aventura en el F.C. Barcelona que duró dos años. Una enfermedad primero (hepatitis) y una dura lesión fruto de una entrada brutal de Goicoechea hizo que no jugara completa ninguna temporada con el Barça. Coincidió con jugadores como Schuster, Víctor, Carrasco, Quini o el "Pichón" Marcos. En Barcelona comenzó su adicción a las drogas y su perdición. Se despidió tristemente de Barcelona en el partido de Copa del 84 contra el Athletic con aquella tangana monumental. Podía haber seguido más años en España de no ser por muchos factores. Se fue al Nápoles en la temporada 84/85 y ganó dos Ligas y una Copa de la UEFA. Los tifosi le adoraban. 

Su momento más excelso fue el Mundial de México 86. Ganó ese Mundial él sólo. Fue la cúspide de su carrera. En 1990 repitió final del Mundial en Italia y todos recordamos aquella pitada de la afición italiana en la final frente a Alemania mientras él les insultaba. Después vendría su ocaso y cuando pasó una sanción por dopaje, el Sevilla lo fichó por una temporada, la 92/93. El Mundial de 1994 fue su último acto futbolístico. Terminó dando positivo en el control antidoping.

Hay que quedarse en el recuerdo con su fútbol, con su zurda, con su magia, con sus regates. No sé si se puede calificar como el mejor futbolista de la historia. Creo que no. Pero sí se va un mito.




No hay comentarios:

Publicar un comentario