Roy Batty

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domingo, 18 de septiembre de 2011

Sensaciones

Durante estos 3 últimos meses, he tratado de alejarme en la medida de lo posible, del mundanal ruido, de cambiar de "chic", de dejar a un lado la política, la cual me ha marcado a los largo de los últimos cuatro años para bien o para mal. Por primera vez en mucho tiempo, casi desde mis tiempos mozos de universidad, he tratado de centrarme en algo, en estudiar, que era lo que me decía la compañera Vane: "céntrate". He estado estudiando una oposición al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio dentro de una convocatoria de consolidación de empleo temporal. El pasado sábado 17 tuve el primer ejercicio de esa oposición y quería expresar mis sensaciones al respecto.
El examen fue fácil. Entiendo que preparado para que puedan aprobar aquellos opositores que tienen puntos como consecuencia de su experiencia laboral en los órganos de industria. Tienes una sensación agridulce. Porque por un lado te beneficia y por otro te perjudica. Me he preparado concienzudamente esta vez. Me he organizado bien, he estudiado leyes farragosas, títulos, capítulos y artículos de leyes jamás por mí imaginados con tal de llegar lo mejor preparado y afrontar un examen complicado y me he encontrado con un examen de "chichinabo". La preparación creo que la he llevado bien, sin cejar en el empeño pero sin atosigarme, combinando estudio en paz con mi afición por el deporte, por un lado haciendo tests y por otro viendo a los Gasol, la Vuelta o la Liga y porqué no, viendo alguna de las joyas que de vez en cuando me encuentro en La Sexta 3 - la verdad es que había que hacer un monumento a esta cadena en abierto, la mejor de la parrilla de Tdt - joyas cinematográficas de la talla de "Desaparecido", "Matar a un ruiseñor" ó "La noche del cazador". En fin, que lo he llevado más o menos bien, de forma austera y monacal. Hubiera deseado que el examen hubiera sido más exigente para seleccionar a los mejores.

Esto es lo mismo que la quiniela. Hace unos días rellené una quiniela de selecciones y acerté 3 columnas de once aciertos. La quiniela era la más fácil de la historia. Pues bien, los de 10 y los de 11 aciertos no cobraron, (es decir, cobré 3x0 = 0 €), y los de 15 no sé si llegaron a cobrar unos 30 €. Si hay muchas victorias caseras, muchos unos, la quiniela va a dar pocos dividendos. Si queremos que haya pocos acertantes y así repartir dividendos cuantiosos, habrá que apostar por equis y doses, habrá que apostar por variantes. Pues en el examen pasa lo mismo. Si queremos seleccionar a los mejores habrá que apretar un poco más en las preguntas, que los pronósticos sean un poco difíciles para así seleccionar a los mejores, a los que más saben.

En fin, seguiremos intentando.

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