Daegu

El pasado domingo concluyó con más pena que gloria el Mundial de Atletismo de Daegu, en Corea del Sur. Digo esto porque ha sido el primer mundial de la historia que no hemos podido ver en abierto en España puesto que ninguna cadena de televisión se ha hecho con los derechos de retransmisión. En lo estrictamente deportivo decir que no ha habido grandes sorpresas y un sólo record del mundo.

En cuanto a la participación española solo hemos obtenido una medalla de bronce para Natalia Rodríguez en 1500 m y un cuarto puesto de Manolo Olmedo en la misma distancia. Un bagaje paupérrimo.

Destacar el dominio africano, sobre todo keniata en fondo y medio fondo. Todas las pruebas desde 800 hasta 10000 m tienen dominador africano. Este año los keniatas han arrasado. A destacar Vivian Cheruiyot campeona en 5000 y 10000. La nota es el triunfo del "británico" Mo Farah en 5000, si bien es de origen keniata.

Rusia ha dominado toda la marcha atlética tanto masculina como femenina. Y los 800 y 3000 obstáculos femeninos también han sido para atletas rusas, quienes han brillado a una gran altura.

En velocidad, sorpresa por la descalificación del gran Usain Bolt en la final de los 100 por salida nula. Pero ello le ha servido de revulsivo para ganar los 200 con la cuarta mejor marca de todos los tiempos, 19.40, y para batir el récord del mundo de 4 x 100 con Jamaica, dejándolo en unos estratosféricos 37.04, en la prueba que cerraba el campeonato.

Por lo demás, destacar la sorprendente nueva campeona de 100 m vallas, la australiana Sally Pearson, una blanca en coto de negras, que con una marca de 12.27 se ha quedado a cinco centésimas de la plusmarca mundial que ostenta la mítica búlgara Yordanka Donkova con un récord del año 1988, uno de los más viejos de la historia de este deporte y que data de la época en la que los países del Este dominaban el atletismo de manera abusiva en la década de los ochenta con unas marcas de otro mundo, de un mundo sospechoso de dopaje generalizado.