Si hace 30 años nos dicen que íbamos a tener más de 200 jugadores y entrenadores de fútbol españoles jugando y entrenando en ligas extranjeras, hubiéramos llamado como mínimo loco al que hubiera hecho semejante aseveración. En los primeros ochenta del siglo pasado el hecho de que un español jugase en una liga extranjera de fútbol era poco menos que avistar un ovni, era algo extraterrestre. Analicemos lo que está ocurriendo con este fenómeno ovni.
Como decía antes, ver a un jugador español en los años ochenta jugando en un club extranjero era una utopía. España se abastecía de la cantera en los clubes e importaba foráneos, normalmente sólo se podían tener 2 extranjeros por club, aunque estaba la trampa de reclutar "oriundos", esos foráneos a los que se les buscaba algún antepasado español y no ocupaban plaza de extranjero. Recuerdo en aquellos años que había casos como los de Asensi o Pirri, puntales de la selección en los setenta, terminaron su carrera en el Puebla de México, algo parecido a lo que posteriormente harían Butragueño o Michel. Recuerdo, así a bote pronto, el caso de Carrasco en el Sochaux francés, Víctor Muñoz en la Sampdoria o Martín Vázquez en la Fiorentina. Y poco más.
¿Qué ha pasado desde la sequía de entonces hasta la diáspora o el éxodo masivo de ahora? El fútbol ha evolucionado de manera geométrica, no aritmética, y los mejor adaptados al medio y a la sociedad de las telecomunicaciones son los que se llevan el gato al agua y el prestigio. En los años ochenta y noventa del pasado siglo, la liga italiana, el calcio, era la mejor liga del mundo. Allí iban a parar los mejores jugadores extranjeros del mundo. Recordemos a Platini y Boniek en la Juventus de Turín, Maradona en el Nápoles, los alemanes Brehme, Matthaus o Voller en el Inter de Milán, o el clan de los holandeses, Rijkaard, Gullit y Van Basten en el Milan. Italia era el paraíso del futbolista. A finales del siglo XX y principios del XXI, España va adquiriendo protagonismo con su campeonato y no es raro ver a equipos españoles disputando finales europeas de todos los ámbitos: Copa de Europa, Recopa y Copa de la UEFA. España adquiere el liderazgo respecto a las demás ligas europeas.
Actualmente, y creo que no hay discusión al respecto, la Premier League inglesa es el mejor campeonato de Liga de fútbol del mundo porque reúne a los mejores jugadores del Planeta. Algunos dirán que España tiene a Messi y Ronaldo. Sí, es cierto, pero es tal la desigualdad que existe en España que su liga ha quedado reducida a dos equipos. Los dieciocho restantes luchan por ser terceros del Campeonato. Una liga escocesa bis es en lo que ha quedado la Liga BBVA. Lamentablemente es así.
Multitud de jugadores y entrenadores españoles han hecho las maletas y han emigrado fuera, en cierto paralelismo con la situación económica del país, que obliga a marchar a miles de personas en busca de trabajo. La crisis económica y la situación angustiosa de los clubes españoles no es ajena a esta situación y provoca la venta de las estrellas a clubes extranjeros.
Inglaterra ha sabido evolucionar y mercantilizar su fútbol como nadie. Al olor del dinero, han acudido jeques y magnates, con la intención de rentabilizar al máximo sus intereses empresariales. Los clubes ingleses han acogido a dueños extranjeros, señores que parece que tienen el dinero por castigo y realizan compras multimillonarias de las grandes figuras del fútbol mundial sin escatimar centimillos.
Buenos ejemplos este año son los casos de Soldado al Tottenham, Negredo y Navas al Manchester City o Iago Aspas o Luis Alberto al Liverpool. Si Bob Paisley o Bill Shankly levantaran la cabeza y vieran que su amado Liverpool está repleto de hordas extranjeras al igual que el resto de clubes de la Premier, volverían otra vez a la tumba para no salir nunca más. Es increíble cómo ha evolucionado el fútbol mundial en este sentido. Han desaparecido las fronteras y ahora cada equipo es un amasado de Naciones Unidas donde lo menos que hay son autóctonos del terreno. Me hace mucha gracia cuando el señor presidente del Real Madrid, el ínclito Florentino Pérez presume de la españolidad del club y resulta que en la alineación titular del primer equipo sólo hay 3 ó 4, a lo sumo, jugadores españoles. Otros, sin embargo, como el Athletic o la Real Sociedad tratan de sobrevivir con gente de la casa en este avispero capitalista salvaje en el que se ha convertido el fútbol, un reflejo curioso de lo que se ha convertido la sociedad española: tanto tienes, tanto vales.
Echando un vistazo a la nómina de la diáspora, uno se queda patidifuso cuando observa que hasta tenemos presencia en el Calcio italiano, en la gran Juve, la vecchia signora, en la figura de Fernando Llorente. Que el Nápoles ha contratado a Albiol, Callejón o Pepe Reina, amén del técnico Rafa Benitez. Que hay otros tres españoles en la Fiorentina.
A la Bundesliga alemana ha emigrado Thiago, al Bayer de Munich de Guardiola en busca de más oportunidades y a hacer compañía a Javi Martínez. Allí también ha ido Palop, al Bayer Leverkusen con sus cuarenta tacos a reverdecer laureles.
Pero donde somos los reyes del mambo es en la Premier League, donde contamos con 31 españoles en equipos ingleses. Hay presencia múltiple en todos los equipos importantes. El Swansea galés tiene a 7 españoles, casi la alineación completa tiene Michael Laudrup. Vicente del Bosque puede hacer perfectamente una selección con jugadores españoles de la Premier y no desentonar en nada. Bendito problema que tiene el seleccionador cuando tiene a tantas opciones para elegir en todas las demarcaciones. Antes, un seleccionador, se las veía y se las deseaba para llevar algo aceptable a las convocatorias.
Y si esto es alucinante, boquiabierto quedome cuando observo que en la Liga Griega, hay 28 españoles jugando, aparte de entrenadores como Michel. Y eso que Grecia no está para lanzar cohetes.
Es evidente, que al amparo de los éxitos de la selección española, el jugador de fútbol español ha adquirido un caché que antes no tenía, antes mendigaba. La selección ha colaborado en la difusión del fútbol español. Pero no es menos cierto, que la actual situación del fútbol en España está haciendo que cada año que pasa la desigualdad es más abismal: los ricos son más ricos y los pobres más pobres, con lo que el nivel y la calidad de la Liga se resiente sobremanera. ¿Se va poner coto a esta tremenda situación de desigualdad alguna vez? Creo que no. El sistema está montado así y ninguno de los grandes va a ceder parte del pastel de los derechos televisivos al resto de equipos. Lo que tenían que hacer el resto de equipos, si tuvieran bemoles, es jugar ellos una Liga propia y dejar al margen al Madrid y al Barcelona. Ya que son galácticos, que se vayan a jugar fuera de la galaxia exterior española. Prefiero los pies en el suelo y no vivir en una nube que no sabemos cuánto durará como la que viven continuamente Madrid y Barcelona.
Al fútbol le está pasando lo que al ciclismo. Estamos exportando y nos estamos empobreciendo. Pero el tema del ciclismo lo dejo para otro día cuando analice la Vuelta. En fin, seguiremos informando.
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