25ª Liga del Barça

A falta de cuatro partidos, ayer el F.C. Barcelona se proclamó campeón de la Liga de fútbol 2017-2018, tras vencer al Deportivo de La Coruña por 4 goles a 2 con un hat-trick de Messi. Indiscutiblemente, el F.C. Barcelona es el merecido campeón, no en vano, no ha perdido ningún partido esta temporada y ha batido el récord de 38 partidos invicto en Liga que ostentaba la Real Sociedad desde 1980. Si no has perdido ningún partido en toda la Liga es muy difícil que no seas campeón. Esta es la séptima Liga de los diez últimos años del Barça, la novena Liga y el trigésimo segundo título de un señor manchego llamado Andrés Iniesta quien ha anunciado su despedida de la entidad a final de temporada. Liga que se suma a la Copa obtenida el pasado fin de semana. Doblete del que también es culpable un señor que ejerce de entrenador nacido en un pueblo de Cáceres y llamado Ernesto Valverde.

Con señalar el origen de Iniesta y Valverde, lo único que pretendo es reivindicar la humildad de estas personas, quienes sin hacer ruido, uno ha logrado hacer historia en el fútbol español y el otro está logrando triunfar en un club muy difícil como es el Barça. Ignoro si habrá alguien en el fútbol español con más títulos que Iniesta. Creo que no. Y con respecto al Txingurri, decir que nadie daba un duro por él al empezar la temporada, con la mala imagen del equipo en la Supercopa de España ante el Real Madrid en agosto y tras las marcha de Neymar. 

Y yo creo que gracias a la marcha de Neymar, Valverde ha trabajado más tranquilamente con el grupo y las incorporaciones de Paulinho y sobre todo Coutinho les han aportado más profundidad en su juego y más clase en el caso del segundo. 

Se agradece que en una rueda de prensa el entrenador del F.C. Barcelona sea una persona educada, que no da ningún ruido y para nada polémico, lejos de la chulería, el desdén o la soberbia que trasladaba el anterior inquilino del blanquillo blaugrana. En eso también es algo que también ha ganado el Barça.

A destacar, como siempre, la figura estelar de Leo Messi, el mejor jugador del mundo, del cual nos acordaremos cuando ya no esté y diremos si merece ser calificado como el mejor de todos los tiempos.

Y como todo no puede ser felicidad, recordar también la espina clavada de la eliminación de Champions en Roma. Con una ventaja de 3 goles en una eliminatoria, el Barça no puede sucumbir ante un rival muy inferior como es la Roma. Es la espina clavada de los últimos años que de momento no sabe cómo hacerle frente.