Estamos en la semana de los mundiales de ciclismo y ayer como aperitivo asistimos al encumbramiento del equipo belga Quick Step Floors como mejor equipo del mundo en contrarreloj. Lo del Quick Step no tiene nombre. Con los dos triunfos de ayer (ganó Gilbert en Pas de Calais) llevan nada más y nada menos que 69 triunfos este año. Un auténtico disparate. Ganan en todas las disciplinas, compiten de forma extraordinaria y aunque no tengan gente para la general de las grandes vueltas, a excepción del gran Enric Mas en la Vuelta, la perla que les faltaba para ganar las generales, ganan de todas las formas o maneras posibles en todas las competiciones. Increíble.
Ayer el equipo belga ganó el mundial de contrarreloj de marcas comerciales por cuarta vez en la historia de esta disciplina. Han ganado cuatro de siete ediciones y solo en una no han obtenido medalla. Ayer batieron al Sunweb de Dumoulin por 18 segundos y al BMC de Dennis y Van Avermaet por 19 segundos haciendo una media de casi 56 kms por hora cuando había una cota montañosa de por medio. Números espectaculares los exhibidos por los belgas que para la ocasión formaron con un sexteto compuesto por Terpstra, Schachmann, Lampaert, Jungels, De Plus y Asgreen.
Todo esto tiene un responsable. Se llama Patrick Lefevere, el auténtico alma máter de esta formación belga. Año tras año siguen ganando más que ningún equipo a pesar de los cambios que realizan.
No me cansaré de elogiar lo que hace este equipo. El segundo equipo con más victorias este año es el Sky de Froome o Thomas con 42, es decir, a 27 victorias de los belgas. Ayer el BMC estadounidense no pudo despedirse de la competición con una victoria en la que ha sido su especialidad este año, la de la contrarreloj por equipos.
En fin, es probable que no sea la última victoria de este año de un componente del Quick Step. Ojo a Julian Alaphilippe el domingo en el Mundial en Ruta. Es el máximo favorito con permiso de Alejandro Valverde.
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