Mula

Acabo de ver la última película de Clint Eastwood, "Mula", donde interpreta y dirige, cosa que no hacía desde hacía 10 años cuando realizó la magnífica "Gran Torino". Eastwood recurre a temas muy manoseados en su filmografía: la soledad, la familia, el perdón, el remordimiento... En ese sentido la película es previsible. No obstante la película se basa en un argumento real ocurrido a un extrabajador de la Ford, que pasó de plantar rosas a hacer de mula para el cártel de Sinaloa. 

Eastwood se interpreta a sí mismo, un hombre de 88 años que es la edad que tiene. Se rodea de actores ya curtidos como Bradley Cooper, Andy García, Laurence Fisburne y una excepcional Dianne Weist en el papel de su ex-esposa. Hay un duelo interpretativo interesante entre ellos dos. 

El sentimiento de culpabilidad está inevitablemente unido a la filmografía de Eastwood. Recurrió a ella en la estupenda Million Dollar Baby cuando tenía que cuidad de Maggie (Hilary Swank). O recurrir a la familia, que se abandona o es abandonado por ella, como también reflejaba en la ya citada Million Dollar Baby o Gran Torino. 

En el debe, el pero que le pongo a Mula es que los temas de Eastwood son previsibles y no se espera un cambio o giro dramático de los acontecimientos como diría Fermín Trujillo. Los primeros planos son auténticos de este viejo cineasta. Cuando oigo los primeros compases de la banda sonora ya atisbo un film de Eastwood similar a Gran Torino o Más allá de la vida, donde me recuerda bastante.

No sé hasta cuándo rodará Eastwood. La edad no perdona y es muy difícil ponerse delante de las cámaras y detrás de ellas al mismo tiempo. El viejo Eastwood es un clásico ya del cine de todos los tiempos. Es incombustible pero llega un momento en que ya se le nota cansado. Es ley de vida.