Mira tú por dónde, casi sin querer, un francés puede ganar la edición de este año del Tour de Francia. Julian Alaphilippe, del equipo Deceuninck-Quick Step, está sorprendiendo a propios y extraños con su retención del maillot amarillo, cuando se han disputado ya 14 etapas y sobreviviendo hoy a la ascensión y meta en el Tourmalet. Creo que no ha ganado la etapa porque no ha querido y le ha dejado ganar a Thibaut Pinot para hacer amigos de aquí a lo que queda aún de Tour. Si ayer ya sorprendió ganando la contrarreloj de Pau, hoy lo ha vuelto a hacer aguantando con los mejores en el Tourmalet ampliando la ventaja sobre el galés Geraint Thomas, el actual defensor del título. Esta es la sensación del Tour de este año.
La igualdad entre los favoritos es muy grande en esta edición. No hay ninguno que destaque claramente sobre el resto. No puede ser que a falta de varios kilómetros de meta en la ascensión del Tourmalet, ninguno de los favoritos demarre y marque distancias con el resto. Eso es que no pueden y están las fuerzas muy igualadas. Hoy han sucumbido primero Bardet, y después Adam Yates. Luego hemos visto a Nairo que no iba y le dejan a Soler para ayudarle cuando el catalán estaba imponiendo un ritmo fuerte que iba dejando cadáveres.
A Landa que parecía que iba a atacar con distancia a meta, hoy se ha visto que no estaba y en los metros finales se ha descolgado un poco. Valverde ha estado ahí aguantando con los mejores hasta el último o dos últimos kilómetros. Y el gran favorito y dorsal uno de la carrera, Geraint Thomas, se ha quedado descolgado en el kilómetro final. Y a este no le han dejado a Bernal para que le ayudase.
Al final, Kruijswijk parece que va bien, Buchmann también ha aguantado y sobre todo Alaphilippe ha controlado la carrera como si fuese un líder sólido, líder que no tiene equipo para que le ayude en la montaña y hoy Enric Mas se ha quedado descolgado y de rebote eso supone que no le queda otra ahora que ayudar a Alaphilippe que se convierte en el auténtico jefe de filas del Deceuninck-Quick Step y máximo candidato a ganar esta edición del Tour.
Es obvio que aún queda mucha siega, quedan las etapas alpinas con colosos como Izoard, Galibier o L'Iseran por ascender, pero por lo visto hoy si este tipo aguanta así la alta montaña y nadie le ataca en estos puestos tan largos, en los que todos suben a ritmo tratan de que vayan cayendo fruta madura, el francés, aún sin equipo, se agarra como una lapa al grupo y no hay quién le deje de rueda.
Ojo al francés. Puede que se acaben con 34 años de sequía francesa en el Tour de Francia.
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