Últimamente estoy "tonta", como suelo decir. No tengo muchas ganas de escribir. Se me agolpan muchos recuerdos, muchas sensaciones. Hoy reflexiono. Sí, es la primera vez en quince años que no tomo parte activa en una campaña electoral, lo que no quiere decir que me haya abstraído. Circunstancias familiares y mi propio alejamiento han hecho posible este hecho. Es una reflexión sincera y personal, y a la vez comprometida como siempre con los que lo estamos pasando mal. Existe una gran desafección, un gran desencanto. Lo entiendo. Lo vivo. Ya hemos perdido aquella inocencia de antaño que hacía que acudiéramos a pegadas de carteles, mítines y campañas con ilusión y esperanza. Me he vuelto muy descreído y muy desencantado. No obstante, sigo siendo el mismo y estoy donde siempre. Me podrán acusar de muchas cosas, menos de chaquetero y de hipócrita. He estado siempre en el mismo sitio. No todo el mundo puede decir lo mismo.
La última campaña electoral que hemos vivido ha sido muy rara para mi persona. Por un lado, el fallecimiento de mi padre me ha sumido en una profunda tristeza que me ha hecho añorar bastantes momentos vividos, entre ellos, claro está, el de muchas campañas vividas con él. Por otro lado, he visto el momento de amormamiento, si se me permite la expresión; o el estado de amodorramiento de un país profundamente narcotizado por los efluvios del miserable poder que nos malgobierna.
Sólo por ver abandonar un pleno del Ayuntamiento de Toledo a los miserables concejales del PP cuando intervenía una madre de una niña con cáncer para denunciar las carencias del Hospital de Toledo en materia de oncología infantil, sólo por eso, merece la pena ir a votar para decir no a esta gentuza que está gobernando Castilla La Mancha y España. No se puede ser más miserable, más insensible y más ruin.
Otra cosa que me ha animado a votar, es sin duda, la pezuña del candidato Cañete, que se ha erigido en el eslabón perdido de la especie humana. No sé de qué se sorprende la gente de sus expresiones machistas apelando a su superioridad intelectual y a ese "dejarse perder" frente a Elena Valenciano. Con esa actitud ha hecho que yo, y probablemente muchos vayamos a votar a la candidata socialista. Cierto es, que tampoco es que me haya excitado su designación como cabeza de lista socialista. No la veía capacitada. Y cierto es también que hizo un debate digno contra el candidato cavernícola.
Las palabras de "Homo Cañetus" no me sorprenden para nada porque ha dicho lo que pensaba realmente. Hay que agradecerle que haya dicho lo que piensa sinceramente. Pero ese machismo no solo lo piensa él sino multitud de gente del PP. Lo que me parece vergonzoso es la sumisión de las mujeres del PP para con estos argumentos y para con este cavernícola. Si esto hubiera ocurrido con un candidato socialista ya se lo hubieran comido las mujeres socialistas. Sin embargo, en la derecha esto es algo normal y se comprende. Va en sus genes la superioridad del macho frente a la hembra. No sé porqué le critican que no haya pedido disculpas hasta pasados cinco días de aquellas afirmaciones machistas. Si él no se arrepiente en su fuero interno. Dijo lo que piensa. No tiene porqué pedir perdón. Le han obligado a pedir disculpas ante el copero que estaba cogiendo el debate y para evitar movilizar a la izquierda.
Lo que han demostrado este candidato y el partido que lo sustenta con todas sus intervenciones durante estos días es la insensibilidad que tienen con el sufrimiento de la gente y el hecho de que están viviendo en una nube, no viven a pie de calle, no saben lo que la gente está pasando y sufriendo. Sólo por eso merece ir a votar para demostrarles que es el pueblo el que quita y pone gobiernos. Todo ese rechazo, ese malestar, toda esa indignación mostrada y manifestada a lo largo de estos tres terribles años de involución y recortes de gobierno de la derecha de este país tiene que manifestarse en las urnas.
Ahora es cuando el ciudadano tiene la opción de darle una patada en el culo al gobernante por su actuación irresponsable e insensible durante estos años. Esa patada se da en las urnas. Que vaya todo el mundo a votar, sobre todo la gente que hemos protestado, que nos han jodido con medidas injustas unas, bárbaras otras y miserables todas. Ahora es la ocasión. No voten a esta gentuza del PP. Yo no voy a pedir el voto para mi formación, no. Sólo pido que no voten a este gobierno aquellos que inocentemente le dieron un voto de confianza hace 3 años creyendo que cambiaría la situación, cuando ésta ha ido radicalmente a peor en derechos y servicios sociales y laborales. Una victoria por la mínima de la derecha en estas elecciones hará que crean que lo que han hecho está bien y podrán seguir prolongando la agonía y el sufrimiento de los que menos tienen. No le demos esa oportunidad.
Yo, por mi parte, y en memoria de mi padre, y como hemos hecho siempre, a las duras y a las maduras, en los buenos y en los malos momentos, votaremos al PSOE, porque somos críticos internamente, porque hay cosas que no nos gustan, pero también porque tenemos que luchar para no perder nunca el ideal de progreso, igualdad y justicia social que debe mover a este partido. Y aunque yo ya me aleje de la primera línea política, hay cosas que uno las lleva gravada a fuego como aquel consejo que nos dio en su día mi padre cuando nos dijo que siempre fuéramos personas de bien, de izquierdas, de estar con los que menos tienen, con la gente humilde y trabajadora. Porque son nuestros orígenes y nunca vamos a renegar de ellos. Al contrario, me siento orgulloso de donde nací, crecí y viví con mi padre todos esos momentos de lucha de la clase trabajadora.
In memoriam, papa.
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