Ayer viernes comenzó la 97ª edición del Giro de Italia en Belfast, Irlanda del Norte. Esto de empezar en otro país a más de 3000 kilómetros de distancia del origen se está convirtiendo en habitual aunque me parece algo estrambótico. No en vano, este desplazamiento ha hecho que esta edición empiece en viernes y haya un día de descanso más hasta llegar a los 3 días. Ganó la primera etapa, una contrarreloj por equipos, el australiano Orica-GreenEdge, con el canadiense Svein Tuft como primera maglia rosa. Decepcionó Purito que perdió más de minuto y medio respecto a Urán, el favorito mejor clasificado.
La edición de este año hace que se concentre la montaña más dura en la última semana. Es una edición muy descompensada: etapas llanas y media montaña al principio y mitad para terminar con alta montaña en la última semana. La primera semana es de etapas eminentemente llanas, donde podrán brillar la escasa nómina de sprinters que este año acuden (no está Sagan ni Cavendish), tales como Kittel, Swift, Viviani, Bouhanni, Boasson-Hagen, Ventoso o Chicchi.
De la nómina de favoritos destaca la ausencia del último ganador, el italiano Vincenzo Nibali, que este año correrá el Tour. Ausentes también los Contador, Froome o Valverde que se reservan para el Tour. Pero sí acuden el 2º y 3º clasificado del año pasado, el colombiano Rigoberto Urán, jefe de filas del Omega-Pharma y el veteranísimo Cadel Evans. A añadir Joaquim Rodríguez, que viene con el triunfo en la Volta y el colombiano Nairo Quintana, la gran esperanza del Movistar, este año apostando por el Giro. De estos cuatro ciclistas saldrá el vencedor de esta edición. En un segundo nivel estarían los ya clásicos y veteranos Basso, Scarponi, Pellizzotti, Cunego, Hesjedal, Monfort, ...
Mas que nada, digo lo de los 4 favoritos, porque la última semana es realmente terrorífica. Hay 3 etapas consecutivas realmente terribles: la etapa suspendida del año pasado con el Gavia, Stelvio y Val Martello; una cronoescalada al Monte Grappa; y para terminar la penúltima etapa con final en la durísima ascensión al Monte Zoncolán, una pared con desniveles del 25%.
Está claro que el ganador de esta edición va a ser un escalador y estos lo van a pasar mal durante las 10 primeras etapas o dos primeras semanas. Veremos y comentaremos. El espectáculo de las dos ruedas ha comenzado con la gran corsa italiana.
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