Joop Zoetemelk

Hoy día 3 de diciembre cumple 70 años el mejor ciclista holandés de la historia, Joop Zoetemelk. Desarrolló su carrera profesional durante 18 años, los que van de 1970 a 1987, todo un caso de longevidad en el ciclismo. Le apodaban el holandés del Tour de Francia, no en vano corrió y terminó esta carrera en 16 ocasiones (algo que nadie ha conseguido), ganándola solamente una vez en 1980 y siendo segundo en 6 ocasiones. Tuvo la desgracia de coincidir en el tiempo con dos monstruos de la carretera como fueron el belga Eddy Merckx y el francés Bernard Hinault, quienes le privaron de conquistar más triunfos en la Grande Boucle.

Zoetemelk ganó también una Vuelta a España, la de 1979 y un Campeonato del Mundo en ruta, el de 1985 a la edad de 38 años y 9 meses, convirtiéndose así en el ciclista más veterano en ganar un Mundial.

En su extensa trayectoria tuvo tiempo para ganar además clásicas de renombre y Vueltas menores como tres ediciones de la París-Niza, el Tour de Romandía, la Flecha Valona, la París-Tours, el Criterium Internacional o la Amstel Gold Race, la clásica señera del ciclismo holandés que la ganó en su último año como ciclista profesional con 40 años.

Antes de dedicarse al ciclismo fue carpintero. Como ya he dicho tuvo la mala suerte de cruzarse con dos monstruos como Merckx e Hinault. De hecho ganó el Tour de 1980 porque el francés abandonó la carrera siendo líder. En 1974 se fracturó el cráneo al chocar con un coche en el Tour de Romandía. Fue director deportivo del Rabobank durante algunos años.

En el lado negativo decir que dio positivo en 3 ocasiones: 77, 79 y 83. Aún así está considerado por muchos, entre los que me incluyo, como el mejor ciclista holandés de la historia. Detrás de él sitúo a Hennie Kuiper y Jan Raas. Erik Breukink fue un intento en los ochenta y noventa de emular a Zoetemelk en la clasificación general de las grandes Vueltas pero no llegó a ganar ninguna.

Ha regentado un hotel en Francia y ahora vive en una pequeña localidad llamada Germigny-l’Évêque, cerca de París, donde se dedica a vivir la vida, a dar paseos en bici y a cuidar de sus plantitas.