Roy Batty

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viernes, 30 de marzo de 2018

Quo vadis, domine?

Más bien debería haber titulado este post, ¿Adónde te llevan, Señor? en vez de la expresión latina que significa ¿Dónde vas, Señor? Desde la atalaya de mi agnosticismo más absoluto, contemplo con estupor, no exento de indignación, la ingente cantidad de recursos públicos destinados a la parafernalia de la Semana Santa. El Estado español, que según la Constitución es aconfesional, apoya sin tapujos, sin ambages y sin complejos todo tipo de actos religiosos de una confesión en concreto, la cristiana, contraviniendo así el artículo 16.3 de la Constitución. Pensarán que por otro artículo más que se incumpla no pasa nada. Estamos en el año 18 en pleno siglo XXI y parece que estamos como cuando estaba la Inquisición o más concretamente, el nacionalcatolicismo que se inculcó en este país en tiempos del caudillo. Te das cuenta que, por mucho tiempo que pase, nada ha cambiado en este país, al decir machadiano, tahúr, zaragatero y triste, que ora y embiste. El gran Peter Ustinov, en su versión neroniana, tocaría la lira y cantaría horripilantemente ante semejante espectáculo.



Entre tanto derroche de dinero público en este tipo de actos - llámese retransmisión de procesiones en las televisiones públicas pagadas con dinero de todos, creyentes y no creyentes, indultos de presos al acercarse la Semana Santa, uso del ejército para desfilar en las procesiones (parece un anacronismo pero es la realidad), me hago eco de un artículo y una carta en los que no puedo estar más de acuerdo y me identifico al mil por mil.

Ambos escritos son de eldiario.es. En el artículo firmado por Jesús Travieso se describe el viaje de involución del Ministerio de Defensa hacia lo retrógrado y hacia el franquismo más rancio que ha experimentado desde la llegada del PP al gobierno en 2011: banderas a media asta en Semana Santa, adoctrinamiento en los colegios, etc. La llegada al Ministerio de la tiparraca innombrable que asoló Castilla La Mancha en cuatro años, no ha hecho sino confirmar la maldad intrínseca que lleva consigo semejante personaje.


El segundo escrito es una carta abierta redactada por un cura en el que no se me pueden decir más verdades por centímetro cuadrado cuando se ve a toda esta tropa de políticos fariseos y caterva de sepulcros blanqueados (usando las palabras de Jesús) en las procesiones y actos religiosos, cuando luego en la vida real hacen radicalmente lo contrario de lo que significa el mensaje cristiano de apoyo a los más débiles, voto de pobreza y misericordia con los que menos tienen. 

Valores como la solidaridad, la honestidad o la empatía son mancillados por esta gente que usan el escaparate público para mostrar sus hipocresías más latentes. El mensaje supuesta e inicialmente cristiano está muy lejos en la actualidad de cumplirse o de realizarse dado el folclore, la parafenarlia y la hipocresía que se reviste de gala en esta feria de las vanidades. 

 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
                                                                                       Mateo 23, 27-28

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