Comienza este viernes 4 en Jerusalén, Israel, la 101ª edición del Giro de Italia. La corsa rosa arranca en Israel debido al tributo que este país quiere hacer al ciclista Gino Bartali, de quién se supo después de su muerte, que cuando entrenaba transportaba documentación en su bicicleta destinada a ayudar a los judíos italianos durante la Segunda Guerra Mundial. En homenaje a Bartali, declarado por el Estado de Israel, justo entre los justos, se inicia este año el Giro de Italia en dicho estado, el cual albergará las tres primeras etapas de la ronda, viernes, sábado y domingo. Por lo demás, decir que este año el nivel considero que ha bajado cualitativa y cuantitativamente en cuanto a la participación. Favorito claro a repetir triunfo es el holandés Tom Dumoulin, por delante del cuestionado Froome, al que inexplicablemente le permiten participar sin haberse aclarado aún su presunto positivo de la pasada Vuelta a España.
Veo los rosters de los equipos participantes y veo mucha purrela. Los equipos mandan octetos de segunda fila, no sé si reservando sus joyas para el Tour. El puñado de favoritos yo lo reduzco a 5 o 6. Tom Dumoulin, Chris Froome, Fabio Aru, Miguel Ángel López, Simon Yates y Thibaut Pinot. En un segundo escalón pueden estar George Bennett, Esteban Chaves, Domenico Pozzovivo o Davide Formolo. Poco más veo en cuanto a posibles ganadores o tep ton de la clasificación general final.
El hecho de que el Giro se inicie en Israel trae como consecuencia la participación del equipo continental profesional israelí Israel Cycling Academy, de ahí que este equipo se haya reforzado este año con las incorporaciones de Rubén Plaza, Kristian Sbaragli o Ben Hermans como los más significativas. Su objetivo será tratar de ganar alguna etapa. Estar participando en una ronda de tres semanas ya es un premio para un equipo de su categoría.
En cuanto a sprinters, la nómina también está muy pobre, paupérrima diría yo. Elia Viviani es el más destacable y probablemente se hinche a ganar etapas puesto que el Quick Step ha traído un equipo con hombres rápidos para hacerle la llegada al italiano. Otros que podrían darle guerra o disputarle alguna volata pueden ser Danny Van Poppel, Sam Bennett, Nicolo Bonifazio, Sacha Modolo o Jurgen Roelandts y para de contar. No hay muchas oportunidades de etapas completamente llanas. Parece que los grandes sprinters se reservan para el Tour. Aquí no acuden los Kristoff, Sagan, Ewan, Greipel, Groenewegen, Démare, Cavendish, Bouhannni y compañía. Se reservan para el Tour.
Lo del Sky con Froome me parece indignante. Un tipo que está pendiente de resolución sobre el caso del salbutamol de la Vuelta 2017, no puede emprender una gran vuelta hasta que no haya sombra de duda de ningún tipo o no se haya resuelto, favorable o desfavorablemente dicho contencioso. Aquí los británicos acuden como si nada y para ello le llevan de compañía a Henao, De la Cruz o Poels para que le hagan la vida fácil. Aún así lo veo falto de forma para hacerse con la maglia rosa definitiva.
Movistar lleva un equipo de circunstancias. Parece que no les interesa nada la carrera. En un principio parece que iban a enviar a Andrey Amador o incluso Marc Soler como jefe de filas y al final llevan al ecuatoriano Richard Carapaz, que aunque acaba de ganar la Vuelta a Asturias, no se puede decir que sea un top ten. A ver si, por reservar a todos los gallos para el Tour, luego no se consigue nada. No entiendo la estrategia del equipo navarro. Si tienes a tres gallos, repártelos entre las tres grandes vueltas.
En cuanto al recorrido, aprecio que la alta montaña se sitúa principalmente en la última semana, si bien previamente finalizarán etapas en el Etna, Montevergine di Mercogliano, el Gran Sasso, Monte Zoncolan, que es una pared, terminando en la última semana con finales en Prato Nevoso, Bardonecchia y Cervinia. La Cima Coppi este año es la Colle delle Finestre con 2178 m., que se sube en la etapa que termina en Bardonecchia. Hay 7 finales en alto en puertos GPM1 o GPM2. Se suben en total 18 puertos catalogados GPM1 y GPM2, lo que en equivalencia en la Vuelta o en el Tour serían catalogados como de categoría especial y de primera categoría respectivamente. A los ya citados, añado los nombres de Roccaraso, Calascio, Fonte de la Preta, Passo Duron, Passo Tre Croci, Passo di St.Antonio, Costalissoio, Colle del Lys, Col Tsecore y Col Saint Pantaleón.
Hay dos contrarrelojes llanas de 10 y 35 kms en las etapas primera y décimosexta respectivamente, lo cual es terreno abonado para el australiano Rohan Dennis. Hay también una siete u ocho etapas más o menos llanas con oportunidad para los sprinters si no triunfan escapadas. Y hay dos o tres consideradas de media montaña. En definitiva, terreno muy variado y repartido.
Estimo que el ganador de esta edición no debe ser un escalador puro o nato sino más bien que aguante bien la montaña y que se maneje bien o no desfallezca en contrarreloj. Ese perfil lo tienen dos hombres: Dumoulin y Froome. A Aru se le atraganta la contrarreloj. Ojo a Thibaut Pinot que viene de ganar el Tour de los Alpes y puede hacer buen Giro y hay que tener en cuenta a algunos novatos como el australiano Ben O'Connor, el checo Jan Hirt o el neozelandés George Bennett que también estarán ahí dando guerra.
Iremos viendo e informando.
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