Roy Batty

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sábado, 31 de octubre de 2020

Mi nombre es Bond. James Bond.


Se nos ha ido el "inmortal" Sean Connery. El cine es una fábrica de mitos y leyendas que quedan para siempre reflejados en obras inmortales. A ese nivel llegó el escocés Sean Connery. Sus personajes quedarán para siempre en el Olimpo del Cine. En 1975 realizó junto a Michael Caine, otro mito viviente británico, la extraordinaria y divertida película "El hombre que pudo reinar", dirigida nada más y nada menos que por John Huston. En ella su personaje, Daniel Dravot, decía: "Lo llamas suerte. Yo lo llamo destino". El destino de Sean Connery fue interpretar personajes "inmortales".

Es curioso. A veces ocurre. Actores y actrices de toda la historia que tienen una dilatada y exitosa carrera cinematográfica, y sin embargo, ese éxito interpretativo no se ve reflejado en galardones de prestigio. Sean Connery ganó un sólo Óscar, y como actor secundario, por "Los intocables de Elliott Ness", de Brian de Palma en 1987. Paradójicamente en esta película coincidió que el compositor era Ennio Morricone, otro ilustre que nos ha dejado en este 2020.

Sus personajes quedarán siempre ahí. Nos quedará el brillante Fray Guillermo de Baskerville de "El nombre de la rosa"; el inmortal Ramírez de "Los inmortales"; el Jim Malone, de "Los intocables"; el  veterano Robin Hood de "Robin y Marian"; y por encima de todos el personaje que lo catapultó al estrellato, James Bond. Fue el primer James Bond y probablemente el mejor de toda la saga sin desmerecer a los que le sucedieron. 

https://elpais.com/cultura/2020-10-31/muere-el-actor-sean-connery-a-los-90-anos.html


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