Ya está aquí una nueva edición del Tour de Francia, la carrera más importante y prestigiosa del mundo en cuanto a ciclismo profesional se refiere. Este año la sensación es que hay más dudas respecto a que Chris Froome consiga su cuarto Tour. El británico, de origen keniata, no ha estado muy fino en lo que llevamos de temporada e incluso en el Mini-Tour previo que es la Dauphiné fue superado por un ex-pupilo suyo, el australiano Richie Porte, en todos los terrenos, contrarreloj y montaña. Éste último parece que llega más fino que otros años y se postula como la gran alternativa al dominio aplastante de los últimos años del británico. Lo que ocurre es que el Tour siempre coloca a cada uno en su sitio y es una carrera muy larga.
En principio y a priori, Chris Froome sería el candidato y favorito número uno para la victoria final. Experiencia y saber competir, obligan. No en vano, se lleva a un equipo con todo lo mejor del Sky (Henao, Landa o Thomas como lugartenientes y con Kwiatkowski, Nieve o Kiryienka como coequipiers de primera línea. El equipo asusta y mucho.
En la otra parte veremos cómo llega Nairo Quintana tras su fallido asalto al Giro de Italia, donde sucumbió a la mayor destreza del holandés Dumoulin en la contrarreloj. Sigue siendo esta una especialidad pendiente en el colombiano. Este año hay dos cronos en el Tour, pero más bien cortitas, de 14 y de 23 kms. Movistar acude con todo, con un Valverde que está para ayudar al colombiano como gregario de lujo. La carrera irá dictando sentencia y veremos si el murciano no se mete a disputar etapas con otros ciclistas ratoneros de la talla de Van Avermaet, Gilbert, Albasini, Dan Martin o Tim Wellens entre otros.
El Tour se inicia con una contrarreloj en Düsseldorf (Alemania) para luego después pasar por Bélgica y entrar en Francia. Este año subirán en Pirineos Balès, Peyragudes y Peyresourde. Y en Alpes subirán la Croix de Fer, Galibier e Izoard como los puertos más destacados.
Creo que es una edición más llana que otros años, diseñada según dicen algunos para fastidiar un poco a Froome porque hay muchos descensos y quieren ver si así se puede descabalgar al británico. Lo que ocurre es que Froome domina todos los aspectos y le da igual lo que le pongan.
Pronostico Froome, Porte y Quintana, por este orden para el podio final. El australiano Porte puede tener la oportunidad este año. Anda mucho más fino que otros años y se acompaña de un buen equipete con Caruso, De Marchi o Küng entre otros. No le doy opciones a Alberto Contador, a pesar de que este año lleva mejor equipo que otros años, con Pantano y Mollema a su disposición, el de Pinto no termina de explotar en una temporada en la que no hace más que coleccionar segundos puestos. Se está haciendo viejo para esta carrera, aunque siempre tendrá opciones como viejo zorro que es.
Por lo demás, veremos de qué son capaces gente como Romain Bardet, la gran esperanza francesa en ganar el Tour tras 31 años sin ganar; Thibaut Pinot habrá que ver cómo llega después de un Giro muy exigente; Chaves y Simon Yates liderarán Orica-Scott y habrá que ver cómo debutan; Aru y su segundo sorpresivamente aupado, Jakob Fuglsang serán las puntas de lanza de Astana.
Y poco más que añadir, habrá que ver si salta alguna sorpresa, como Buchmann (que ya lo hizo en Dauphiné), Roglic, Bennett o algún otro que salte a la palestra.
Y en los sprints, que va a haber muchos, está la flor y nata del pelotón internacional: Sagan, Greipel, Kittel, Cavendish, Degenkolb, Démare, Kristoff, Bouhanni, Albasini, Groenewegen, ...
Iremos viendo y comentando.
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