Roy Batty

Roy Batty
Roy Batty

lunes, 16 de julio de 2018

Francia 20 años después

Francia ha ganado el Mundial de Fútbol de Rusia 2018. Ninguna selección ha podido vencer al conjunto de Didier Deschamps que ha sido el más regular del Campeonato y por ende ha merecido llevarse por segunda vez en su historia la Copa del Mundo. No ha sido un Mundial que haya destacado precisamente por el gran juego exhibido por los participantes. Más bien se ha caracterizado por las decepciones de las que se suponían favoritas al título. En ese maremagnum Francia ha sabido lidiar con un fútbol caracterizado por un contragolpe mortal, sin excesivas florituras, tremendamente efectivo y que ha dado la puntilla a todos sus rivales. 



Vapuleó a Argentina en octavos con un marcador de 4-3, tal vez el mejor partido que ha jugado Francia en este Mundial. Ganó a Uruguay en cuartos por 2-0, con regalo de Muslera incluido y ganó a Bélgica en semifinales por solitario tanto de Umtiti de cabeza en un córner. No ha sido un juego espectacular el exhibido por los galos pero sí tremendamente efectivo basado en jugadas a balón parado ejecutadas por Griezmann, penalties también ejecutados por Antoine y contragolpes liquidados por el rapidísimo Mbappé o Pogba, dos fuerzas de la naturaleza en estado puro.

Lo mejor de este equipo francés es su exultante juventud, lo cual le permitirá dar más alegrías en años venideros. Deschamps ha compuesto un bloque y una alineación fija que ya se saben de carrerilla: Lloris; Pavard, Varane, Umtiti, Lucas; Kanté, Pogba, Matuidi; Griezmann, Mbappé y Giroud. Un 4-3-3 muy sólido en todas sus líneas. Es justo vencedor porque ningún rival le ha sabido hacer frente. Todos sus partidos los ha contado por victorias salvo un empate a cero ante Dinamarca en la fase de grupos. 

Por el lado de las decepciones, empiezo por lo nuestro. España ha estado horripilante. Ya empezamos mal con la destitución del entrenador dos días antes de empezar (bien destituido) y no continuamos bien, a pesar de hacer un buen partido contra Portugal que auguraba buena trayectoria. Nada más lejos de la realidad. Ante Irán ganamos 1-0 pidiendo la hora. Ante Marruecos empatamos a dos por el tan recurrido VAR. Y en octavos ante Rusia jugamos un soporífero partido. Mucho tendrán que cambiar las cosas. Y mucho corte va a tener Luis Enrique.

También han decepcionado Alemania, irreconocible al no pasar de fase de grupos; Argentina, que ya iba mal y terminó arrollada por Francia; Brasil, que se las prometía muy felices pero nada de nada, mucho nombre y poco fútbol arrollada por una excepcional Bélgica.

En el lado positivo, como ya he mencionado, citar a una grandísima Bélgica de la mano del español Roberto Martínez, que la ha catapultado hasta el tercer puesto del Campeonato, su mejor clasificación en un Mundial, superando a aquellos diablos rojos del 86 de Guy This que hicieron cuartos con gente como Pfaff, Scifo, Vercauteren o Ceulemans.

Cito también positivamente a una luchadora Croacia que ha dado la cara en todo momento liderados por un excepcional Luka Modric, justo balón de oro del torneo y con un juego valiente y agresivo.

Y entre la mediocridad del campeonato y del juego en general ha emergido una Inglaterra muy sobrevalorada que con un Harry Kane bota de oro del torneo con 6 goles (la mayoría de penalti o de rebote) ha conseguido ser cuarta clasificada, hito que no conseguía desde Italia'90, con una selección muy inferior a la que se dio cita en aquel Mundial.

En fin, ha terminado la vigésimo primera edición de la Copa del Mundo de Fútbol con más pena que gloria y sin mucho fútbol brillante que ofertar. Iremos viendo que nos depara el futuro.




No hay comentarios:

Publicar un comentario