Estamos ya mediando el Tour de Francia, hoy camino del Macizo Central con final en Mende, y tengo la impresión de que el galés Geraint Thomas está mejor que el jefe del equipo, Chris Froome. Me temo que por órdenes de equipo no le van a dejar disputar el Tour y tendrá que acatar la directriz de trabajar para que Chris Froome consiga su quinto Tour, que éste, y no otro, es el objetivo del todopoderoso Sky.
No creo que llegue la sangre al río. No creo que vaya a darse un duelo a muerte entre compañeros de equipo como el que antaño protagonizaron Bernard Hinault y Greg Lemond, cuando ambos coincidieron en La Vie Claire en 1985, y el americano Lemond estaba mejor que el indomable francés y acató la orden de equipo de ayudar a Hinault a conquistar su quinto Tour. A cambio, según la letra pequeña del contrato, al año siguiente Greg Lemond sería el jefe de filas del equipo e Hinault le ayudaría a ganar su primer Tour. En 1986 Hinault se olvidó del acuerdo y salió a ganar atacando sin piedad a su compañero. No obstante, la garra del bretón cayó, cogió una pájara y el americano Lemond se proclamó vencedor de esa edición.
Creo que Geraint Thomas es más disciplinado y acatará órdenes de equipo como en la Fórmula 1, a pesar, como he repetido antes, creo que el galés está mejor que su jefe. Creo que Geraint ha preparado el Tour como si él fuera a ser el jefe de filas pensando que a Froome no le iban a dejar correr por el caso del salbutamol de la Vuelta. Se ha preparado a tope, no en vano ganó la Dauphiné, un mes antes de empezar el Tour.
El dominio del Sky cuando se empina la carretera es aplastante. No importa nada que hayan reducido el número de participantes por equipo pasando de 9 a 8. Ponen la marcheta y son capaces de llegar con seis integrantes a pie de último puerto. Es lo que tiene un equipo que tiene el dinero por castigo y plantea la carrera con el objetivo único de marcar un ritmo altísimo que elimine rivales y deje a sus líderes sin gasto de energía para que rematen la faena en los kilómetros finales. A esa labor dedican cuerpo y alma Wout Poels, Luke Rowe, Jonathan Castroviejo, Gianni Moscon, Michal Kwiatkowski y Egan Bernal. Esto no cambia año tras año y nadie sabe cómo hacer frente.
Son muy difíciles de batir aunque ataques de lejos. El Movistar, que acudía con los 3 gallos, se ha desarbolado en cuanto la carretera se ha empinado. Me sorprende que Quintana haya claudicado pronto en montaña, que es su terreno. Valverde era previsible que fuera el primero en caer, a pesar de ser el primero en atacar. Y Mikel Landa aguanta pero con dificultad entre los mejores porque le duele todo el cuerpo tras la caída de la etapa del pavés. El alavés es nuestra única opción.
Por lo demás, me sorprende gratamente la gran actuación de Tom Dumoulin, que viene de correr el Giro al igual que Froome y está aguantando bravamente las embestidas de los del Sky. Veremos a ver con cuanto tiempo perdido llega a la contrarreloj de la penúltima etapa porque podría dar un sorpresón, aunque tampoco son mancos en esa especialidad ni Thomas ni Froome. Y me sorprende también gratamente la actuación de Primoz Roglic, el esloveno que aguanta el tipo pese a no ser un escalador puro. Otro que contrarrelojea fenomenalmente bien.
Bardet es todo pundonor y toda pasión, podrá ganar alguna etapa de alta montaña pero no es hombre de general porque tiene el déficit de la contrarreloj. A los franceses les queda la opción de ganar etapas, tipo Voeckler, de sufrimiento gesticular para cámara, que ahora han heredado los incombustibles Alaphilippe y Barguil, gente que prometía mucho pero se han quedado en promesas.
Han decepcionado Richie Porte y Rigo Urán, que han abandonado y Adam Yates que no tiene la forma necesaria para competir. Entre los combativos anotamos también a Kruijswijk, Jungels, Zakarin, ... Y me indigna lo que hicieron con Vincenzo Nibali. Cuatro tontos, porque no se les puede llamar de otra manera, le tiraron de la bici, se rompió una vértebra y ha tenido que abandonar. Afortunadamente no ocurren cosas a los ciclistas para lo que podría pasar con la muchedumbre que se forma. Cuando ves a tontacos y sinacos corriendo al lado del ciclista, suponiendo un peligro para la estabilidad del mismo, porque si se cae el tontaco puede arrastrar a los ciclistas que van al lado. Hay que respetar la carrera y animar sin molestar.
Iremos informando a ver que nos va deparando esta bonita edición de La Grand Boucle.
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