Termina la 105ª edición del Tour de Francia con el triunfo justo del galés Geraint Thomas, el verdadero tapado del Tour, el auténtico hombre que estaba preparando la carrera por el temor que tenían en el equipo de que no pudiera entrar en la disputa Chris Froome por un fallo desfavorable en el caso del salbutamol. Al final el discípulo le ha ganado la partida al maestro. Y lo ha hecho dominando claramente todos los terrenos con dos victorias de etapa alpinas en La Rosiére y Alpe d'Huez y sometiendo a todos sus rivales. El podio lo completan dos hombres que venían del Giro de hacer segundo y primero, Dumoulin y Froome, que en este caso hacen segundo y tercero. Merecido triunfo para Geraint Thomas que bien pudiera haber ganado otras grandes vueltas de no haber sido por las lesiones o por haber trabajado para Froome. Otro líder más.
El triunfo del galés Geraint Thomas ha sido justo e incontestable. No ha fallado en ninguna etapa. No ha mostrado debilidad. Froome, sin embargo, el hombre que estaba predestinado a ganar su quinto Tour se le ha visto fallar en la última semana en Saint Lary Soulan o el Aubisque. Creo que venía ya muy castigado del Giro y es muy difícil, hoy en día, hacer doblete de dos grandes en el mismo año. Él ya lo hizo el año pasado al ganar Tour y Vuelta, pero Giro y Tour no se consigue desde 1998, año en que Marco Pantani lo hizo.
Por lo demás, decir que Movistar ha decepcionado. Ha sido un fracaso su actuación. Se iba con los tres gallos para pelear por la general final y se vienen de vacío. Se tienen que conformar con un 7º puesto de Landa, un 10º puesto y etapa de Quintana y la general por equipos. Pobre bagaje para un equipo que debe ganar una grande donde quiera que compita. Es que no han hecho ni siquiera podio. Todos se muestran impasibles ante el dominio aplastante del Sky británico. No saben como hacer frente.
Destacable ha sido sin duda la actuación de los holandeses del LottoNL-Jumbo. Han sumado 3 victorias de etapa con dos de Groenewegen y una de Roglic. Éste último tuvo el podio a su alcance en la penúltima etapa, una contrarreloj que sorpresivamente se le dio mal. Al final terminan 4º Roglic y 5º Kruijswijk en la general.
Francia sigue sin encontrar el sucesor de Hinault (me refiero en el ganar un Tour, no en igualar al bretón). Un sexto puesto de Bardet en la general, gran premio de la montaña para Alaphilippe, maillot blanco al mejor joven para Pierre Latour y dos victorias de etapa a cargo del citado Alaphilippe y de Arnaud Démare es el escaso bagaje que han mostrado los organizadores del Tour en su carrera, carrera que hace ya 33 años que no ganan. Ha decepcionado Barguil que habían hecho un equipo para él y ha fracasado estrepitosamente.
Se ha visto una buena carrera, no obstante, parece que nos acostumbramos al dominio aplastante del Sky, a la marcheta que impone el equipo británico, que es capaz de controlar, dirigir, organizar y decidir la competición tal como le venga en gana. Y a esto nadie es capaz de hacerle frente. Nadie es capaz, no ya derrocar, sino de competir de tú a tú con el equipo británico. Las últimas cuatro grandes vueltas por etapas las ha ganado un ciclista del Sky. ¡Increíble!
Bueno, ahora La Vuelta. A ver si este año, Mikel Landa nos da una alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario