Hoy cumple 100 años un icono del Hollywood dorado de los años 40 del pasado siglo, Olivia de Havilland, la única actriz superviviente de la mítica Lo que el viento se llevó. Empezó muy joven en la interpretación, sólo con 19 años, y se dio a conocer con películas de aventuras de la Warner al lado de Errol Flynn. Así protagonizó filmes como El capitán Blood, La carga de la brigada ligera o Robin de los bosques, antes de dar el salto definitivo de interpretación con la aclamada Lo que el viento se llevó, donde interpretaba a la prima Melania de la simpar Escarlata O'Hara, papel que le depararía una nominación al Óscar a la mejor actriz de reparto. Era hermana de la también actriz Joan Fontaine y habían nacido ambas en Tokio donde su padre trabajaba. No tenían muy buena relación.
En los años cuarenta consiguió dos Óscars a la mejor interpretación femenina protagonista por La vida íntima de Julia Norris (1946) y por La heredera (1949). En los cincuenta va distanciando sus actuaciones en cine y no es hasta Canción de cuna para un cadáver (1964) donde realiza su última gran interpretación en la pantalla grande. Posteriormente haría apariciones esporádicas en cine o incluso en televisión en los ochenta en series como la mítica Norte y Sur.
Larga vida a Olivia. El próximo en llegar a los 100, nada más y nada menos que Kirk Douglas. Pero eso será a finales de este año.
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