Daley Thompson, el resurgir del decathlon

Hace unos días, durante el transcurso de los Campeonatos de Europa de Atletismo en Amsterdam, me preguntaba quién fue el primer atleta, tanto en categoría masculina como femenina, en lograr la triple corona, es decir, ser Campeón Olímpico, Mundial y Europeo. Y revisando mis archivos me remonté al año 1983, año del primer Mundial de Atletismo en Helsinki y descubrí que el primer atleta en conseguir la triple corona fue un hombre, el decatleta británico Daley Thompson. Aprovechando la proximidad de unos Juegos Olímpicos como los de Río voy a ir rescatando personalidades significativas de la Historia de las Olimpiadas. Hoy le toca el turno a Daley Thompson.

Daley Thompson fue un atleta británico de padres nigerianos que se especializó en el decathlon, la disciplina más exigente del atletismo, ya que alberga nada menos que la práctica de 10 especialidades, tanto de carrera como de concurso y una gran desconocida hace cuarenta años. Thompson fue quizás el primer gran decatleta de la era moderna, el primer superman del atletismo de los años 80. Ganó 2 oros olímpicos en Moscú 1980 y en Los Ángeles 1984, amén de ser el primer campeón del mundo de la especialidad en Helsinki 1983 y campeón de Europa en Atenas 1982 y Stuttgart 1986. Dominaba la especialidad con gran superioridad.

Su rivalidad con el alemán Jürgen Hingsen fue legendaria en la década de los ochenta. De hecho este último no logró nunca vencerle en enfrentamientos directos aunque fuera capaz de batir el récord del mundo dos veces sin enfrentarse a Thompson. De 1979 a 1987 Daley no perdió ningún decathlon. Y fue en los Mundiales de Roma de 1987 cuando su estrella se apagó. Al año siguiente en Seúl intentó conseguir la triple corona olímpica consecutiva pero quedó cuarto clasificado. Una imagen bastante significativa de su declive en aquélla cita fue cuando se le rompió una pértiga al ir a saltar. A partir de ahí, Thompson ya no competiría con la élite y se retiraría oficialmente del atletismo en 1992.

Daley Thompson fue uno de los atletas más carismáticos del atletismo en la década de los ochenta. Y fíjate si había en aquella década en las Islas Británicas gente como Sebastian Coe, Steve Cram, Steve Ovett... Sin embargo, Thompson fue el precursor del resurgir del decathlon, una disciplina poco valorada entre los aficionados y los medios y consiguió darle lustre y esplendor a esa especialidad con actuaciones realmente memorables. Está considerado como uno de los mejores atletas de todos los tiempos junto a iconos como Carl Lewis o Sergey Bubka.