El fútbol tiene estas cosas. En 2004 Portugal organizó una Eurocopa de fútbol y contra todo pronóstico perdió la final en su casa ante una sorprendente Grecia. Este año parece que ha sucedido lo mismo. Esta vez en Francia, donde los galos se las prometían muy felices y todo apuntaba a la consecución de su tercera Eurocopa. Pero llegó Portugal, al que nadie daba un duro en esta Euro, sobre todo después de que en la fase de grupos se clasificó como tercero, y en un golpe de suerte, más bien un golpe de Eder consiguió el sueño de conquistar su primera Eurocopa de Naciones. La Historia se repite doce años después.
No es que Portugal haya encandilado por su juego. Ha sido práctico, pragmático, tremendamente efectivo y sobre todo ha tenido suerte, que es lo que hay que tener para ganar una competición así.
Portugal pasó la fase de grupos con tres empates ante rivales de la talla de Austria, Islandia y Hungría, y a punto estuvo de caer eliminado ante éste último cuando en alguna fase del partido iba perdiendo. Me recordó a aquella Italia de España'82 que pasó a segunda fase empatando los tres partidos de la fase de grupos ante Polonia, Perú y Camerún y después terminó ganando el Mundial. Eso sí, con mucho mejor juego en segunda fase, semifinal y final.
Portugal llegó a octavos donde le tocó en suerte Croacia. Noventa minutos sin goles, prórroga y gol de Quaresma en el minuto 118'. Pasa a octavos de final y el rival es Polonia. Empate a uno en los noventa minutos, prórroga sin goles y tanda de penalties. Gana Portugal por 5 a 3. Llega a semifinales y le toca en suerte la sorprendente Gales de Gareth Bale. Aquí Portugal sí demostró su superioridad y ganó a los galeses por 2 a 0.
Final ansiada en Saint-Denis ante el anfitrión, Francia. Pocos apostaban por los lusos y muchos menos después de perder a Cristiano Ronaldo a los 24' por lesión. Tal vez esto les alentó y animó más para resistir y aguantar las embestidas de los galos. Fue un partido sin muchas ocasiones claras, correoso y disputado, pero poco brillante. La más clara, balón al palo de Guignac en la primera parte de la prórroga. Inicio de la segunda parte y contraataque portugués, la coge Eder y lanza un disparo desde fuera del área que se cuela irremisiblemente por el poste derecho de la portería de Lloris. Más efectividad, imposible.
Triunfo portugués porque nadie ha sabido hacerle frente a su juego, ni a su ordenada defensa, medio del campo aguerrido con el descubrimiento de Renato Sanches y destellos esporádicos de su figura, Cristiano Ronaldo en algún partido, no ha estado regular en todo el torneo.
En fin, esto suele ocurrir en toda competición que se precie. No ha habido un dominador claro, que se pueda decir que ha desarrollado el mejor juego de cabo a rabo. Decepcionó España por su derrota ante Croacia y su caída ante Italia. Fin de etapa. Decepcionó Alemania que fue superior a Francia en semifinales y no supo rematar la faena, tal vez en trayectoria parecida a la España posterior a 2012. Y decepcionó el anfitrión, Francia, que no hizo un fútbol brillante, sobre todo en primera fase y falló en la resolución final pese a tener más calidad que los lusos.
Y sorprendieron gratamente novatas como Gales que batió a Bélgica en cuartos de manera magistral y se plantó en semifinales o Islandia que se plantó en cuartos tras derrotar a una insignificante Inglaterra. En fin, broche final a la décimoquinta edición de la Copa de Europa de Selecciones de fútbol con el sorprendente triunfo de Portugal.
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